El
trayecto en bus va según lo previsto, y aunque el bus es de dos
pisos y vamos adelante para disfrutar de las vistas, realmente no
valen nada.
Cuando
ya estamos a menos de una hora de Santiago y no sabemos como
colocarnos porque tenemos nuestras posaderas cuadradas, a más a más
estamos en plena retención el bus se para, creemos que se ha
averiado, pero resulta que se ha acabado la gasolina (increíble),
por suerte paran a otro bus y nos subimos todos en él hasta final de
destino.
Ya
sólo nos queda coger el metro y caminar los 20 minutos hasta su
casa. Pero en el metro nos encontramos a gente manifestándose, no
sabemos porque, pero conseguimos coger el metro y caminar los 20
minutos hasta nuestro destino. Llamamos y parece que no hay nadie,
acabamos llamando a Carlos y nos dice que no está en casa pero sí
su esposa.
Por
fin llegamos, tras asearnos y ponernos cómodos nos tomamos un café
mientras nos ponemos al día tras estos días sin vernos. Ya bien
cansados nos vamos a dormir que mañana nos espera un largo día.
Preparando nuestro último desayuno, Ruka Pucon Hostel |
En la estación de bus, preparados para volver a Santiago |
Parada del bus |
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