sábado, 31 de diciembre de 2011

21 y 22-12-2011 Phnom Penh y 23-12 traslado a Koh Kong

Cogemos el autobús de las 07:30h, directo a la capital, y sobre las 16h estamos en la estación de buses de Phnom Penh con las mochilas a cuestas. Con el sobrepeso que llevamos decidimos que la BM ira a buscar alojamiento mientras yo me quedo con las mochilas, esta vez no nos quedamos en casa de nuestros amigos Javier y Yalien, no queremos abusar de su confianza a pesar que nos ofrezcan quedarnos en su piso. La BM vuelve media hora mas tarde con una habitación al lado de la estación de autobuses. Tras ducharnos y cambiarnos, visitamos a Javier y Yalien...Javier tiene que ir hacer unas fotografías en una tienda y le acompaño para verle trabajar. La experiencia es de lo mas divertida, porque los modelos son los dependientes de la tienda que nunca han posado delante de una cámara y para postres son tímidos y retraídos. Tras una hora de sesión fotográfica volvemos con nuestras respectivas parejas y vamos a cenar al Taiwanes, donde el pobre camarero siempre trae lo que le antoja....como ya nos lo conocemos, nos damos unas risas terapéuticas a su costa.

Al día siguiente a primera hora vamos a recoger nuestros pasaportes sin ningún incidente, nos han dado los dos meses de visado en Tailandia, y con los pasaportes en mano compramos los billetes de bus para mañana destino Koh Chang, una isla tailandesa cercana a la frontera con Camboya. Con el resto del día libre paseamos por el centro de la capital, por el paseo al lado del río y sobre las 17:30h nos reunimos con nuestros amigos para ir a cenar juntos, darnos unas buenas risas gracias al camarero .... Esta despedida es diferente a las otras, porque no sabemos cuando los volveremos a ver ni donde.
Por la noche volvemos hacer las maletas, que a pesar que nos hemos deshecho de alguna cosilla pero no es suficiente, seguimos llevando sobreequipaje.
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Aprovechamos una tienda con decoracion de Navidad para sacarnos la foto de las navidades. Feliz Navidad !!!

El dia 23 es día de traslado, día de madrugón, el autobús sale a las 07:30h pero nosotros estamos media hora antes, por si las moscas.... Suerte tenemos que la estación de buses esta a 100m de la GH, porque el sobrepeso ese importante, aunque hemos de esperarnos a Bangkok para deshacernos de unos cuantos libros de “petete” y alguna otra cosa. Lo mas pesado son los libros, “Solo” llevamos 10 libros, que no solo pesan una barbaridad sino que también ocupan mucho espacio.
El viaje transcurre sin ningún incidente, llegando a Ko Khong sobre las 15h, y aun sobrándonos tiempo para coger un transporte que nos lleve a la frontera y una vez en Tailandia llegar hasta Trat, preferimos buscarnos una GH y pasar nuestras ultimas horas en Camboya.
La peregrinación dura bien poco, ya que solo hay una guest house barata en el pueblo, y una vez instalados, duchados, surfeamos un buen rato por internet y salimos a pasear. Mientras paseamos nos informamos sobre cuanto cuesta coger un transporte que nos lleve hasta la frontera y de paso nos enteramos que para cruzar el puente hay que pagar peaje (por un momento he pensado que estaba en Catalunya), pero si vas andando o en bicicleta es gratis... el puente solo tiene 1,9 km que salvaremos a pie, pero esto será mañana.
Para encontrar un sitio para cenar, la BM y yo lo pasamos canutas, todo es carísimo y las raciones son francesas, al final terminamos cenando en 2 restaurantes diferentes ya que la primera cena que nos tomamos, solo nos sirve como aperitivo, asi que por no morir de hambre, yo ceno una segunda vez…..
Con el estomago algo lleno volvemos a la GH a descansar, que parece que no, pero el autobús nos consume mucha energia.

Del 16-12 al 20-12-2012 Mondulkiri

El autobús sale a las 07:30h de la mañana, y nosotros media hora antes estamos en la estación. El madrugón ha sido bonito.... Salimos a la hora prevista y no llegamos hasta las 17h. Solo bajar del autobús percibimos el aire mas frío y mucho mas rápido y como tenemos poco tiempo antes que el cielo apague las luces, la peregrinación dura poco: encontramos una habitación en el centro, con agua helada y pequeños roedores que nos hacen compañía por la noche, hace tanto frío que dormimos con 2 mantas.
Todos los días hacemos lo mismo, por la mañana vamos al mercado que tenemos a medio minuto de nuestra habitación. Allí encontramos varia gente de la minoría Bunong, que vienen al mercado a vender y comprar verduras y mercancía. Pero a diferencia de otras minorías que hemos visto a lo largo de nuestro viaje, esta ya no conserva los trajes típicos. Van vestidos como el resto de camboyanos, y la única característica que mantienen, es que usan como cesta de la compra, un cesto de bambú que llevan a sus espaldas. Aun así, hay que reconocer su amabilidad: les encanta salir en las fotos, y cuando sacas la cámara ya están todos posando para que te fijes en ellos. Lo que pasa es que cada día son las mismas personas, así que después del tercer día, ya no tiene emoción ir a hacer fotos. Pero bueno, cada dia nos acercamos para comprar la comida del día, y cuando ya estamos cansados de pasearnos por el ,de ver a la gente con sus puestos y estos a su vez cansados de vernos a nosotros pasear mercado arriba y mercado abajo, nos salimos de la localidad y empezamos nuestros trekkings diarios, que nos decepcionan bastante, porque siempre hemos de ir por una carreteras de tierra anchas y muy transitadas y con el polvo que levanta el trafico y el viento que hace, tenemos un moreno que no se corresponde con la realidad. Además como en la zona que nos encontramos hay muchas minas antipersonas no nos salimos del camino principal o segundario ni por todo el oro del mundo.
Al segundo día de trekking llevando las botas nuevas que me trajeron de España, y después de utilizarlas solo estos dos días y los días de traslado al llegar a una aldea a unos 8km mis dedos pequeños dicen basta y me obligan a quitarme las botas. Tengo las dos uñas de los dedos pequeños que me da la impresión que las voy a perder, y para postre no puedo volver a calzarme. Caminamos de vuelta, pero tras un kilómetro de contornearme por culpa de las piedras que se me clavan, la BM me hace unas suelas de cartón, pero ni con estas me veo con fuerzas para llegar, suerte que mi buen karma hace que pare delante nuestro un 4X4 que se ofrece muerto de pena por la pinta que hacemos a  llevarnos a la Guest house y una vez en la habitación puedo calzarme las playeras y volver a ser normal.
Despues de 5 dias en Mondulkiri, estamos ya cansados de la poblacion: hace frio, el mercado es super-pequeño y nos lo conocemos mas que bien, los treckings no valen la pena, hace un viento huracanado que nos lleva por delante, el agua de la ducha esta fria y nada de lo que vemos nos entusiasma demasiado…. y no hemos visto ni un solo elefante!!! Asi que decidimos volver antes de lo previsto y empezar a prepararnos para ir a Tailandia.

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Casa típica Bunong, a la que llegamos tras horas de andar por una carretera rojiza.
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Los poblados no son muy diferentes al resto de Camboya, a excepción de las casas tipicas que puedan conservar, normalmente 4 o 5 en cada poblado.
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Como siempre, los críos son los primeros en salir a recibirnos.
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Lo que si es distinto al resto del país, es el paisaje, totalmente montanyoso.
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Mujer Bunong, con su cesto tradicional a la espalda.
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Parada del mercado local.
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Todos los pueblos Bunong están llenos de jarras, de pie, volcadas, cabeza abajo.... no sabemos que significa, pero nos recuerda un poco a la Llanura de las jarras de Laos.
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De vez en cuando, tenemos una imagen entranyable.....
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Pero lo que mas nos gusta es la amabilidad de la gente y las ganas de posar con nosotros y para nosotros.
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La rotonda y símbolo de Ratanakiri 

14 y 15-12-2011 Phnom Penh

El día 14 a  primera hora cogemos el autobús con destino la capital y hacia el mediodía volvemos a estar en casa de Javier y Yalien. Desde luego, llegar a un sitio y poder ir a casa de una persona conocida y de confianza da gusto, uno no se tiene que preocupar de nada y además la buena compañía y las risas están aseguradas.
Después de instalarnos, vamos a la embajada de Tailandia para hacernos los visados. La curiosidad del día fue que el policía de seguridad de la embajada, por un módico nos hace el visado en 24h en vez de 96h y solo hemos de entregarle el dinero, pasaporte y un par de fotografías. Por supuesto, nos olvidamos de cualquier recibo o resguardo conforme el tiene nuestros pasaportes. Optamos por la opción mas lenta, segura y legal, aunque hemos de volver mañana por la mañana porque por la tarde solo entregan los visados.
Con los deberes hechos el resto del día lo pasamos con nuestros anfitriones.

El 15 por la mañana nos volvemos a pasar por la embajada de Tailandia, rellenamos el formulario correcto y  entregamos los pasaportes, un par de fotografías y unos cuantos dólares y nos dicen que podemos ir a recogerlos dentro de 4 días hábiles.
Después vamos a la estación de buses para comprar los billetes de bus para mañana hacia Mondulkiri. Queremos pasarnos unos 10 días, hemos oído que es una zona muy interesante donde se pueden ver minorias étnicas, elefantes, etc... y se puede hace trekkings por tu cuenta, pero ya veremos....
Hasta las 17h la BM y yo paseamos por la capital e incluso volvemos a visitar el estadio olímpico, porque me parece que tiene su encanto.
Aprovechamos para cambiar nuestro hervidor de agua de 1,5l por uno de 0,5l sin rascarnos el bolsillo, estamos contentísimos, el nuevo calentador es pequeño y no ocupa nada de espacio y además parece bueno.
A las 17h y cansados de tanto caminar y tanta calor nos reagrupamos con nuestros anfitriones, donde cenamos en un restaurante Taiwanes donde el camarero siempre entiende lo que le da la gana, pero las risas que nos damos valen la pena. Por la noche volvemos hacer las mochilas y lo dejamos todo listo para mañana.
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Puesto de "cochinillos asados" camboyanos callejero.
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Monumentos emblemáticos de Phnom Penh
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Los "trisjaw", taxis-bicicletas para desplazarse por la capital.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Del 8-12 al 13-12-2011 Kampot

El día 8 nos levantamos a las 07h, tenemos que terminar de hacer las mochilas, en Siem Reap hemos acumulado mas de lo previsto y ahora con las mochilas no hacemos suficiente, a mas a mas llevamos otra bolsa que pesa una tonelada. A las 11h estamos en la carretera con las mochilas y la bolsa preparada y esperando el primer bus que nos lleve a Kampot. No hemos de esperarnos ni 5 minutos que pasa un bus y nos subimos en el después de regatear el precio, por supuesto....
Una vez en Kampot empezamos nuestro peregrinaje, encontramos la guesthouse mas económica de la localidad. Ppor la tarde nos dedicamos a pasear y localizamos una tienda donde alquilan motos, la que reservamos para mañana: la mas cochambrosa, que a la vez, es la mas economica.
Por la noche, después de la cena nos tomamos un postre típico de la localidad, helado de frutas, con huevo, leche condensada, chocolate y alguna cosa mas que no identificamos pero que esta buenísimo.
09-12: A primerísima hora recogemos la moto, llenamos el deposito y nos dirigimos al Parque Nacional de Bokor, una zona donde los franceses adinerados se aposentaron en la epoca en que invadieron Camboya. El parque se encuentra encima de una montaña con muy buenas vistas y un viento casi huracanado. La sorpresa que nos llevamos es ver la construcción de un mega-casino que ‘solo’ cuesta un Billón de dólares (y todo eso dentro de un Parque Nacional…) Las vistas son impresionantes y las casas francesas abandonadas nos dan una buena idea del buen nivel adquisitivo de estos .Nos estamos toda la mañana visitando la zona. Hacia el mediodía bajamos de la montaña y vamos a visitar Kampung Trach, unas montañas de piedra caliza interesantes, pero nos da la impresión que dentro de unos años ya no estarán, porque se han convertido en una cantera de piedra. Ya de noche volvemos a Kampot, la vuelta ha sido dura, porque no teníamos casi visibilidad, la carretera esta muy mal y muy transitada, no solo por camiones, coches y motos, sino también por personas y animales, me he tenido que aplicar a fondo para llegar salvo y sano.
Y ya solo queda decir, que después de la ducha y cena nos tomamos un merecido postre local.
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Yo con nuestra moto cochambrosa, camino del Parque Nacional de Bokor.
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Las vistas son muy bonitas y hace un frio aterrador... Suerte que llevamos las camisetas que nos regalaron en el Festival Vegetariano de Phuket.
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Es una pena que este todo tan abandonado. Esta era la iglesia que construyeron los franceses, donde actualmente viven un montón de "sin-techo" apelotonados.
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El antiguo hotel lo están reconstruyendo actualmente. Dentro de poco, no habrá quien lo reconozca.

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Los paisajes de Kampung Trach tampoco tienen desperdicio, aunque a estas alturas hemos visto ya piedra caliza infinidades de veces.

El día 10  lo primero que hacemos después de desayunar es cambiarnos de guesthouse: por el mismo precio tenemos internet y bicicletas gratis, y solo por las bicicletas ya nos sale a cuenta. Con la mudanza hecha, nos adjudicamos las mejores bicicletas de la guesthouse y visitamos los campos de sal, que están inundados, porque solo producen en temporada seca y justo hace un mes se ha terminado la temporada de lluvias, aunque entramos en algunos silos donde todavia les quedan  montañas de sal. Por la tarde visitamos un poblado musulmán pescador. La gente de la zona es muy amable y alegre, da gusto cruzarnos con ellos e intercanviar saludos….
Antes de que oscurezca devolvemos las bicicletas y seguimos nuestro ritual hasta la hora de apagar las luces y dormir como marmotas.
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Los campos de sal ahora están llenos de agua, ya que se ha terminado la temporada de lluvias hace solo un mes.
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Pasear con nuestras bicis entre los arrozales es una gozada.
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Pedaleando, pedaleando, llegamos a muchas partes.
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Aunque reconocemos que los campos de sal nos tienen fascinados. Nunca habíamos visto ninguno.
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Tenemos la suerte de poder pasear entre ellos.
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Y aprovechamos para entablar conversación con los campesinos que nos vamos encontrando, ya que es temporada de recogida de arroz.
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Las viviendas de la zona parecen de mejor calidad que las de otras zonas en las que hemos estado.
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Y aunque no podemos ver la sal en los campos......
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... nos colamos en algun almacén donde todavía les queda algo!!
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Este simpático monje apareció de la nada mientras comíamos y nos ofreció frutas y agua. No hablaba ingles, pero se sentó con nosotros a enseñarnos fotos de su familia.
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La BM, como siempre, haciéndose amiga de los animales. Yo por si acaso, le tome la foto a una distancia prudencial.
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Cuando el sol aprieta demasiado, aprovechamos para sentarnos y descansar dentro de algún templo, donde siempre se esta muy fresco.
   

Los  días 11, 12  y13 seguimos visitando los alrededores de Kampot con nuestras bicis. Nos centramos mas en los pueblos pescadores de la zona y los campos de arroz, que por estar en época de siega, estos están llenos de gente y muy animados. También visitamos unas cuevas y paseamos por el pueblo hasta cansarnos, que esta lleno de casas coloniales francesas.

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Jugando con los críos de un poblado musulmán.

Un día hacemos de voluntarios, dando clases de ingles a los estudiantes Camboyanos. Esto nos vino sin buscarlo. Mientras visitábamos un templo un monje budista se nos acerco y después de hablar con nosotros un buen rato nos pregunto si podríamos volver por la tarde y dar una clase de ingles a sus estudiantes, y la BM sin pensárselo dos veces acepto la oferta y yo con ella. La experiencia es totalmente diferente a dar clases de Español, pero muy enriquecedor y divertido
Los dias que hemos pasado en Kampot los hemos disfrutado mucho, ya que los paisajes son espeluznantes y la gente encantadora. Tras 5 dias de bicicletear por los alrededores, nos llega la hora de irnos, ya que todavia nos quedan cosas que ver en Camboya y tenemos los dias contados!

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Kampot esta lleno de casas coloniales francesas, especialmente frente al río.

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Yo no me canso de sacar fotos a los bueyes.

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Paseamos por todas partes e intentamos recogerlo todo con nuestras cámaras.
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Y disfrutamos como enanos con lo que vemos!
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En ocasiones, parece que hayamos retrocedido siglos en el tiempo.....
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El paseo central de Kampot es muy agradable.
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Y el transporte de la zona..... pues como el de cualquier otro lugar de Camboya!

sábado, 10 de diciembre de 2011

Del 1-12 al 7-12-2011 Kep

Nos despertamos a las 5 dela mañana, por que a las 6:30 hemos de estar en la parada del bus. Como ya teníamos las mochilas casi hechas, solo hemos tenido que desayunar y acabar de empaquetar alguna cosa.
A las 6:30 estamos en la parada del bus y a las 7 estamos dentro de este. Nos pasamos una hora dando vueltas a la manzana, no sabemos porque razón, ya que el bus va ya bastante lleno... Sobre las 8 dejamos la capital y a las 11:30 horas llegamos a Kep.
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A primera hora de la manyana, ya estamos en el bus que nos tiene que llevar a Kep.

El bus nos deja en medio de la carretera y empezamos a peregrinar. Tras una hora, tenemos una bonito bungalow en un gran jardín. La zona parece tranquila, el lugar es barato y nos regalan fruta y botellitas de agua todos los días. El bungalow es una cabañita de bambú, con el tejado de paja y el lugar es tan bonito y tranquilo que nos recuerda nuestro paso por Laos. Hasta tenemos un potro en la puerta de la casa…..
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A la puerta de nuestra nueva habitación, tenemos hasta un potro. La BM se lo pasa en grande tocándole las narices.

Pero lo mejor esta por llegar.... Como tenemos las panzas vacías, vamos en busca de algo con que acallarlas. Nos tememos que por ser zona de playa, y pueblo semidesierto, nos va a tocar rascarnos los bolsillos. Y nuestra sorpresa llega cuando en el Mercado del Cangrejo, empezamos a preguntar los precios de los pinchos de pescado y otros derivados del mar. Por un dólar, tenemos calamares, sardinas, peces enormes de los que no sabemos el nombre..... Se nos ponen los ojos como platos!!! A partir de este momento, todos los días se repite la misma historia: desayuno en la guest house, paseo hasta el mercado a elegir la comida diaria, playa, playa, playa, puestas de sol a la altura de las de Filipinas y cena de barbacoa de pescado en primera línea del mar.
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Mi primer pincho de calamar. Una delicia!

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La verdad es que con tantas cosas apetitosas, nos cuesta decidirnos....

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Algunos días nos partimos un calamar gigante.....

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otros días nos tiramos al pescado....

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y a veces probamos algún tipo de "fruto del mar" que no sabemos como se llama, pero que esta delicioso!

La playa de Kep no es de las mejores que hemos visitado (de hecho, es bastante mediocre). Las aguas son turbias y con muchas rocas en el fondo, las cuales nos dejan las plantas de los pies llenos de cortes. Pero las vistas son impresionantes (vemos Vietnam desde la toalla), hace buen tiempo, el alojamiento nos gusta y la comida esta deliciosa... así que sin darnos cuenta vamos pasando los días inmersos en nuestra rutina.
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La playa de Kep es normalita tirando al montón....

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aunque para darse un banyo y refrescarse es mas que suficiente.

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Lo que si que no tiene precio son las puestas de sol......

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Cada noche nos deleitamos con alguna de ella. La isla que se ve al fondo, es Vietnam.

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Uno de los días salimos a hacer un pequenyo trecking de una hora, para disfrutar de las vistas desde arriba de la montanya.

Por si el panorama fuese poco, una de las noches nos encontramos con Cristina, una catalana que conocimos cuando eramos voluntarios en COFCO. Nos dice que tras conocernos, le entraron las ganas de hacer de voluntaria, volvio a España, arreglo sus cosas y ahora esta en Camboya haciendo de voluntaria tambien. Incluso esta pensando en ir a Siem Reap a substituirnos en el templo dando clases de español….
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Cristina, la BM y yo.

Las ultimas noches conocemos a 3 parejas mas españolas con las que congeniamos muy bien, así que alguna horita la pasamos tomando algo en alguno de los restaurantes de primera línea del mar....