Nos levantamos a las 4 y nuestra voluntad flojea. No sabemos si es por masoquismo que siempre elegimos las fechas importantes (hoy es Santa BM) para desplazarnos....
A las 4:30 estamos en la parada de bus....
-4:45 seguimos en la parada de bus
-5:00 el bus sin venir
-5:15 sin rastro del bus
-5:30 cuando el estrés esta ya haciendo estragos en nosotros, aparece el bus.
Teniendo en cuenta que el tren sale a las 5:55, podríamos decir que prácticamente nuestras posibilidades de llegar a tiempo a las estación son nulas. Para mas INRI, 5 minutos después, el autobús llega a la terminal, donde nos hacen cambiar de bus, con una penalización de 5 minutos. A las 5:50 seguimos en el bus y ya ni nos planteamos coger el tren. Y justo unos instantes después, nos señalan la estación. Recobramos esperanzas, corremos como galgos cargados como mulas, nos abalanzamos sobre el mostrador, compramos los billetes resoplando y continuamos la maratón, disculpándonos de todos los empujones que arreamos a cualquiera que se interpone entre el tren y nosotros, y unos segundos antes de que el tren emprenda la marcha, subimos al vagón. NO NOS LO PODEMOS CREER!!! Lo hemos conseguido!!!!!
El viaje hasta Aranya Pratet dura 6 horas, durante las que nos intercambiamos cabezadillas. A la llegada a la estación, todo se vuelve increíblemente facil. Nos gustaría describir nuestro cruce de fronteras como hace nuestro gran amigo Antonio (plagiamos su relato ("
Cruzamos la frontera, en medio del fuego de artillería pesada y ráfagas de ametralladora, a través de un campo devastado, lleno de cadáveres medio descompuestos. El pueblo estaba destrozado, y sólo encontramos un camastro mugriento, pero se lo cedimos a un soldado moribundo, casi un niño, destrozado por una mina, y bla, bla, bla...").
Pero la verdad es la siguiente: cogemos el bus publico justo al bajar del tren, la gente local nos informa del precio, el cobrador no pone pegas, nos dejan enfrente de la frontera. En el lado tailandés no nos piden sobornos, en el lado camboyano, nos los insinúan pero ni siquiera insisten cuando les entregamos simplemente los 20 dólares que vale el visado. En 5 minutos, nos devuelven los pasaportes y ya fuera de la frontera conseguimos un taxi por 6 dólares por cabeza hasta Siem Reap, por contra de los 10 dólares que pagamos hace dos años. El éxito del regateo se lo debemos a Helena y Kike, a los cuales habíamos mandado de expedición 2 días antes y nos habían enviado un mail reportándonos su hazaña. Y como no, nosotros mejorarla. Durante el trayecto en taxi, la BM se queja de cómo han cambiado las cosas y de lo fácil que es ahora el cruce fronterizo. Por suerte, el conductor de nuestro taxi nos “regala” un poco de emoción cuando detiene el vehículo en las afueras de Siem Reap diciendo que por 6 dólares, no nos lleva hasta mas lejos, y que cojamos un tuk-tuk que casualmente esta esperándonos. Le informamos de que no pagaremos los 6 dólares hasta llegar a destino, ya sea en tuk-tuk o en taxi. Amenaza con no darnos las mochilas y no me queda otro recurso que cogerle las llaves del coche. “De buena gana” nos subimos todos al coche de nuevo y una vez dentro le devuelvo las llaves y le explico que si vuelvo a tener cualquier problema, nos descontaremos 4 dólares por las molestias. Al llegar al Siem Reap el conductor no quiere parar donde le decimos, así que sin pensarlo empiezo una cuenta atrás de 3-2-1-0, informándole que si para antes de llegar a 0, no cobrara por su servicio. Diligentemente, el hombre para cuando pronuncio el uno. Intercambiamos mochilas por dólares y empezamos la búsqueda de alojamiento. Tras 30 minutos la suerte nos acompaña y conseguimos una habitación de 20 metros cuadrados, 3 camas de matrimonio, TV por cable, wi-fi y terraza por 3 dolares!!! No nos lo creemos!! la unica “pega” es que el cuarto de baño esta averiado por lo que debemos usar el exterior. A nosotros nos da hasta risa esta “pega”, pocas veces hemos tenido cuarto de baño propio. Así que la habitación nos parece realmente un chollo. Salimos a cenar y por el camino descubrimos que delante de nuestra guest house, alquilan bicis por 0,5 dólares al día (el precio estándar en Siem Reap es entre 1 y 2 dolares).
La ciudad continua tal y como la recordábamos. Vamos a cenar a nuestra zona favorita, paseamos por el mercado nocturno y cuando baterías están rozando el 0%, nos retiramos a nuestra pedazo habitación.
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| Salida de nuestra guest house, a horas indecentes.... |
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| Los pies de la BM, mas horrorosos que nunca |
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| Bus local hasta la frontera |
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| Camboyanos cruzando la frontera, de regreso a Camboya |
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| No nos lo creemos! Hemos conseguido el visado en 5 minutos y sin extorsiones!!!! |
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| En el taxi hacia Siem Reap |
