Nuestro tren no sale hasta las 17:30h y tiene su llegada prevista a las 05:30h. Tenemos todo el día para no sabemos que... Abandonamos la habitación a las 12h, tras una larga noche de sueño reparador decidimos caminar bajo un sol abrasador por las calles de la localidad que sin saberlo han sido las mas afectadas por las lluvias de este ultimo mes. Pasear por las zonas afectadas es desgarrador, viviendas destrozadas cubiertas de lodo, muebles rotos por las fincas, álbumes de fotos secándose al sol, y mucho esfuerzo e ilusión esparcidos por los suelos. Nos sorprende la sonrisa de la gente tras el desastre y mientras intentan recuperar algo de lo perdido, todavía tienen tiempo para saludarnos e intercambiar algunas palabras con nosotros. Comemos en el mercado local, vagabundeamos de nuevo hasta las 16:30h hora en la que nos dirigimos a nuestra guesthouse a recoger las mochilas.
A su hora sale el tren, extrañamente no somos los únicos turistas occidentales que vamos en tercera clase, quizás porque no quedaban billetes en ningún otra clase. A pesar que los asientos son de madera y el respaldo tiene una inclinación de noventa grados, la BM no tarda nada en desconectarse. A mi por supuesto me cuesta mas y no es hasta las 02h cuando casi todo el mundo a desaparecido del vagón y la BM se ha trasladado al banco de enfrente, que consigo entrar al mundo de los sueños.
 |
| Ropa a secar, despues de las inundaciones |
 |
| Ingeniosa habitacion cuando uno no tiene ya nada.... |
 |
| Aqui fue a parar la tele.... |
 |
| Estado de las electrodomesticos |
 |
| Escombros todavia por recoger |
 |
| Camino de la capital |
 |
| La BM, en nuestro asiento del tren a Bangkok |
No hay comentarios:
Publicar un comentario