Nos volvemos a levantar temprano para ver la salida de sol. Desayunamos y nos llevan al embarcadero, para empezar un nuevo dia de navegacion. La navegacion es tranquila, pero estamos apenados por irnos, ya que realmente es un lugar encantador.
Comemos en Halong y de regreso a Hanoi hemos de insistir al guia para que nos deje los primeros, ya que si no, perdemos el bus a Laos. Despues de unas risas (por su parte), nos dejan en la oficina donde ya nos esperan para llevarnos a la estacion de autobuses. Tenemos 10 minutos para comprar alguna porqueria para el viaje. Una vez en el bus, conocemos a nuestros companyeros de viaje, son algo raritos, pero simpaticos. El autobus es local, pero las ultimas filas estan reservadas para turistas, ya que no nos dejan sentarnos en ninguna otra parte. El autobus para cada dos horas, recoge a mas gente y turistas. Solo deciros que el pasillo esta lleno de sillas "playeras", y ninguna vacia. El trayecto se hace llevadero, y agracias a las paradas, nada pesado. Llegamos a la frontera sobre las 4 de la manyana, y no nos despiertan hasta las 6, para empezar a hacer los tramites (salida del pais, nuevo visado...)
