Mochileando por el Mundo: Del 30-03 al 02-04-2012 Quezon City

Todos estos días en casa de Antonio vivimos como Reyes. Al día siguiente de nuestra llegada, la BM el hijo mayor de Antonio y yo fuimos a ver a un dentista, pero nos queda claro que viven en una zona residencial, donde los precios están por el espacio, pero aun así nos pasamos toda la mañana buscando a un dentista con precios terrestres, pero sin ningún éxito.
Antes de volver a casa de nuestro anfitrión pasamos por el supermercado para comprar patatas, cebolla y huevos. Hoy la BM cocinara tortillas de patatas para la cena. Por la tarde jugamos a básquet y me baño en la piscina con los hijos de Antonio. La cena es todo un éxito, aunque a la mujer de Antonio no le gusta las tortillas, que acompanyamos con un buen vino tinto. Yo por mi parte voy manteniendo las estrías formadas ayer, no han bajado ni un milímetro. En solo dos días seguro que he ganado algún kilo.
El sábado hemos de ir a una cena familiar, pero todo el día lo pasamos en casa, cuidándonos y mimándonos mucho. Una vez llega la noche, nos vamos todos con el chofer a casa del padre de Antonio y solo abrir la puerta nos encontramos un catering de primera con camareros y todo, por supuesto viene toda la familia, cada miembro que nos presentan mas importante que el anterior, me recuerdan a las familias italianas de las películas. La casa parece un museo, todo muy bien puesto y super-limpio, pero nada, pasada la primera impresión y después de una docena de disculpas por no ir correctamente vestidos, nos sentimos como peces y no nos privamos de nada... Los camareros muy simpáticos, en cuanto la copa va por la mitad vienen a llenártela y la lasaña que han preparado es puro manjar de dioses!!!!!!, hoy no pensaba que iba a escribir esto, pero me voy a la cama con mas estrías que los últimos dos días anteriores, solo soy pura barriga.
La BM no se queda atrás y también come hasta que no puede mas, o al menos eso nos pensábamos, porque después de unos cuantos “nos” y decirles que estamos llenos, nos sacan una bandeja de embutidos españoles, a lo cual nuestras barrigas, no se como les hacen un buen hueco, y nos pegamos un mini-atracón.
Los siguientes días en casa de nuestro anfitrión, solo hacemos que mimarnos, conectarnos a Internet, bañarnos y jugar con los niños, durante el día y por la noche después de cenar nos quedamos hablando hasta las tantas y bebiendo vino.
El ultimo día compramos un mega-helado de chocolate para toda la familia y sangría para los adultos (en los supers tienen de todo). Total, que Antonio nos ha regalado unas vacaciones por todo lo alto en nuestro viaje…..