viernes, 1 de marzo de 2013

24-02-2013 Manila y despedida de los Suegros

Extrañamente todos hemos dormido muy bien, con los suegros en la litera de abajo, la BM y yo compartiendo una de las literas de arriba y las mochilas ocupando la otra litera, desde luego la habitación no llega a la categoría de habitación Ikea. Lo primero que hacemos es ocuparnos de las vastas tierras de nuestras barrigas y después la BM el suegro y yo salimos a buscar alojamiento, terminando en Stone house, la guesthouse donde tenemos nuestra mini-room pero esta vez alojandonos en una de las habitaciones mas caras por no estar disponible la mini-room. La verdad es que no pagamos nada a gusto el metro cuadrado extra que nos duplica el precio pero no tenemos alternativa y hoy es el ultimo día de los suegros y no queremos pasarlo buscando habitación. Volvemos a la habitación y la BM y la suegro hacen las mochilas mágicas en las cuales les caben todo su equipaje la mayoría del nuestro que ya se llevan y todos los souvenirs que hemos comprado, todo un misterio. Siguiendo nuestras tradiciones la ultima comida del viaje la realizamos en un sitio “guay” es decir una pizzeria, donde nos zampamos una pizza familiar de queso y jamón, con una ración de patatas fritas y 2 Coca-Colas y de postres unas tarrinas de helado. Tras la comida cogemos las mochilas y a los suegros (las nuestras ya están en el nuevo hotel) y nos dirigimos al metro. Tras los controles, la calor el abarrotamiento y las escaleras la BM se apiada de la suegra y negocia un taxi para que nos lleve directamente a la terminal 1 del aeropuerto. No entendemos como puede ser una terminal internacional, el caos es absoluto y solo se permite la entrada a pasajeros, suerte que la BM imprimió unos billetes falsos con los cuales nos colamos en la terminal.
Solo vemos colas por todas partes, me quedo con los suegros mientras la BM se ubica un poco y encuentra la ventanilla de Singapour Airlines, el personal es muy amable, pero como es temprano la BM vuelve para decirnos que hemos de esperarnos una hora, tras la cual vamos todos untos a ventanilla, facturamos las mochilas y les etiquetan como pasajeros asistidos. Nos informan que estarán acompañados todo el trayecto y les vuelven a soltar durante una hora mas, finalmente llegado el momento, la azafata se lleva a los suegros y nos esperamos hasta verles desaparecer.. Uno de los seguratas, extrañado de que no vayamos con ellos, nos pide nuestros vuelos y empieza a hablar por el walki. Aprovechamos un despiste para desaparecer y salir del aeropuerto, cogemos un bus que milagrosamente pasa en ese momento, el metro hasta nuestra zona y como no tenemos hambre pero si cansancio, nos retiramos a nuestra nueva habitación a descansar, esta vez solitos.

El restaurante elegido para nuestra ultima comida en Manila.

Las patatas estan deliciosas.

Pero la pizza.... eso si que no hay quien lo supere!!!!!
 
Despedida en el aeropuerto, donde dejamos a los suegros con su "uniforme"

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