domingo, 3 de marzo de 2013

28-02-2013 De Manila a Bangkok

Aunque nuestro vuelo no sale hasta las 15:45, nos levantamos bien temprano para dirigirnos hasta Clark. Cogemos el metro hasta Monumento, desde donde subimos a un bus destino a Angeles. Por primera vez en nuestro viaje, el trayecto lo hacemos en el bus de lujo, con AC e incluso Wifi en el interior. La razón? Con nuestros carnets de estudiantes, nos sale el billete al mismo precio que si viajáramos con el bus ordinario. Una vez en Angeles, vamos al supermercado, a fundirnos todos los pesos que nos quedan. Y como no queremos riesgos y en esta zona los conductores de jeepneys se ceban con los turistas, comprada la comida para llevar de la BM (yo no como nada, llevo dias con diarrea y mal de estomago) subimos al vehículo destino la puerta del aeropuerto. Llegamos 2 horas antes de que empiece la facturación y hacemos tiempo sentados en la sala de estar. Una vez abren el mostrador, dejamos las mochilas y entramos en el área restringida para viajeros. Esta vez volamos con Tiger Airways y para nosotros la experiencia es nueva, nunca hemos volado con ellos. Como son muy listos, cuando compramos los billetes de avión, nos “colaron” el “boarding first” (es decir, el derecho a embarcar los primeros sobre el resto de viajeros) asi que el día de hoy tiene poco que ver con nuestro estilo de viaje. A la hora prevista, subimos los primeros en el bus que nos lleva hasta el avión, pero aqui se acaba el derecho por el que hemos pagado. Ademas, al haber subido primeros al bus, hace que salgamos los últimos y por tanto, que tengamos que hacer cola para llegar a nuestro asiento…. en fin, esta claro que si no nos hubieran colado el servicio, no pagaríamos ni un duro por este…. El vuelo transcurre como siempre con normalidad, nos pegamos una cabezadita en el avión y a la llegada a Bangkok, recogemos nuestras mochilas (veníamos con los dedos cruzados, esta es la compañía que perdió las maletas a los argentinos) y sin mas dilaciones, subimos al metro hasta el centro y el bus hasta nuestra zona. Para sorpresa nuestra, la señora de nuestra GH nos tiene reservada la habitación (no contábamos con ello), pero no la que queremos nosotros, sino otra mejor y por supuesto mas cara. Tras de una dura charla, nos quedamos en la habitación que tiene (es la única disponible) a un precio mas que razonable. Estamos agotados y no damos para mas, por lo que tras la ducha, nos acostamos sin siquiera salir a cenar.


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