domingo, 3 de marzo de 2013

Del 25 al 27-02-2013 Manila

Una vez se van los suegros, pasamos nosotros 3 días en Manila, una ciudad que nos apasiona. El primer día, estamos bajos de energiza, no sabemos porque estamos tan cansados, pero la verdad es que nos cuesta salir del hotel. Como hoy ha quedado libre una habitación un poco mas barata y medio metro cuadrado mas pequeña, sin pensarlo, nos cambiamos. También aprovechamos para que la BM vaya al dentista, en Bangkok le dijeron que tenia que hacerse algún empaste. Esto nos lleva todo el día, ya que por supuesto tenemos que visitar todos los dentistas que vemos para pedir opinión y presupuesto y por supuestisimo, las opiniones son tan variados como los dentistas visitados, Así que finalmente la BM elige la dentista que le ha dado mas confianza para hacerse nada menos que 7 empastes y una limpieza. Eso si, sale bien contenta del lugar. El resto de la tarde lo pasamos paseando por nuestro barrio y después de la cena, nos retiramos prontito a la cama que estamos muertos. El martes, conocemos una pareja argentina que están en nuestro hotel. Llevan 6 días sin salir de allí porque la compañía aérea les perdió sus maletas y están esperando no saben exactamente a que, ya que no hablan ingles y no entienden nada de lo que les explican. Como la BM lleva en las venas lo de ser asistenta social, llama a la compañía, les ayuda a tramitar la documentación y envía en su nombre un email a la vez que les redacta un fax. Pasamos toda la mañana en ello. Hoy por fin queda libre una mini-room en el hotel, y sin pensárnoslo nos apropiamos de ella. Acabadas las gestiones, me decido a hacerme yo también una limpieza de boca, después de la cual estoy con las piernas flojas y no doy para mucho. Nos acercamos hasta Intramuros, donde la BM quiere volver a ver una tienda de souvenirs en la que por supuesto no compra nada y visitamos el mercado en China Town para acabar en el parque Rizal, a ver el espectáculo de luz y sonido por ultima vez hasta quien sabe cuando.... Mañana tenemos pensado ir a visitar a nuestra amigo Antonio y no sabemos si llegaremos a tiempo de verlo de nuevo. El miércoles es nuestro día estelar. Salimos tan ilusionados del hotel que nos olvidamos de coger el fuet y el turron que hace 5 semanas tenemos en nuestra mochila para llevárselo a Antonio. No nos acordamos de ello hasta que estamos subidos en el jeepney y no hay marcha atrás..... El traslado nos lleva toda la mañana, primero por el trafico y segundo porque no recordamos del todo bien el camino. Cuando por fin llegamos a casa de Antonio y nos ve, se queda blanco: parece que se le desencaje la mandíbula!!! Nos recibe con un gran abrazo y a continuacion, sacia nuestros estómagos, que a esta hora están vacíos, vacíos... y como ya nos conoce, se imagina que todavía no hemos comido. Nos pasamos la tarde de chachara y de risas y Antonio insiste en que nos quedemos a cenar y que después ya nos llevara el en coche al hotel. Aceptamos la cena, pero insistimos en que nos lleve solo hasta el metro, ya que este nos deja muy cerca. Tras la cena familiar, Antonio y su mujer nos sorprenden con un regalo: un marco de cristal que no sabemos que vamos a hacer con el, pero que agradecemos con toda nuestra alma. La despedida es como siempre muy emotiva y Antonio se emociona mucho...... Llegamos a nuestra zona casi a las 23 horas y nos vamos al Mc Donalds, a hacer el checking on-line para nuestro vuelo de mañana, pero para nuestra sorpresa Tiger Airways no tiene esta opción. Camino del hotel, vemos a los argentinos en la puerta de un locutorio y la BM tiene que volver a ayudarlos de nuevo con gestiones de las maletas..... Por fin sobre las 00:45 llegamos a nuestra habitación, cansados y sucios. Ducha y a dormir, mañana traslado....... otra vez!



El fast-food de Filipinas no tiene nada que envidiar al de Nueva York

Imagines callejeras

Iglesia de Quiopo, en Chinatown

Viviendo en la calle.

El jeepney se ha "tragado" la farola!

Familias sin hogar.

Cena en casa de Antonio, con un vecino y sus hijos

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