viernes, 1 de marzo de 2013

23-02-2013 De Puerto Princesa a Manila

Hoy toca traslado aéreo. Como no nos fiamos de los problemas que podemos encontrar con los conductores de triciclo y como ayer la BM no pudo hacer el check-in on line porque le daba error, nos plantamos allí a las 8:30 y una vez allí nos damos cuenta de que el avión no sale hasta las 11:45, cosa que nos condena a pasar la mañanita en la diminuta sala de espera del aeropuerto. La suegra sigue encontrándose mal y para ella se hace mas largo que para el resto. La BM visita alguna tienda de souvenirs para volver con la alegre noticia de que en el mismo aeropuerto se pueden adquirir los souvenirs comprados en Sabang pero a mitad de precio. Entre una cosa y otra, va pasando la mañana y cuando ya estamos en la sala de embarque, la BM encuentra un lugar donde hacen masajes. La suegra y yo no nos lo pensamos, en cuanto vemos un asiento libre, nos aposentamos. El masaje dura media hora pero parece que haya durado solo 2 minutos: nos deja groguis y nos transporta directamente al mundo del placer. Solo abrir los ojos vemos al suegro y a la BM que nos teletransportan al mundo del estrés: están haciendo la ultima llamada para los pasajeros de nuestro vuelo y hemos de darnos prisa. Finalmente, subimos al avión a tiempo y sin incidentes, el trayecto dura el tiempo previsto y durante el vuelo no hay ninguna incidencia. Al llegar a Manila recogemos el equipaje, pasamos los controles, salimos de la terminal 3, caminamos medio kilometro a pleno sol y calor y cogemos un jeepney que nos lleva hasta la parada de metro, donde después de subir unas cuantas escaleras y pasar algún que otro control, conseguimos hacernos con unos tickets y poder disfrutar de un trayecto abarrotado de filipinos hasta nuestro destino. De la parada de metro hasta la guesthouse que hemos reservado solo hay 5 minutos a pie, pero mi suegra parece estar realizando el camino de Santiago de una sola tirada. Cuando llegamos a la guesthouse, nos confirman que nos tienen guardada la habitación y cuando vemos la habitación no sabemos que cara poner, es una mini-mini-habitacion con 2 literas y un ventilador, y por supuesto no caben dos personas de pie al mismo tiempo, a mas a mas no tiene ni ventana, la cara de mis suegros es un poema y la nuestra esta a la altura. Dejamos las mochilas y a mi suegra en la habitación, la pobre se encuentra mal y no lleva nada bien la calor. Tras comernos unas hamburguesas, salimos a la expedición de una habitación para mañana, la BM y yo ni en broma pensamos pasar ni un segundo mas de lo necesario en la guesthouse de hoy. Fracasamos en la misión, ningún hotel nos puede confirmar si mañana tendrán habitaciones disponibles.
Habiendo hecho todo lo que esta en nuestras manos volvemos a buscar a la suegra que con el sol mas bajo se anima a caminar un par de manzanas hasta darnos el aviso que ella se vuelve a la habitación.
Terminamos cenando en la guesthouse y tras un poco de cháchara nos vamos todos a dormir.

Ya estamos de vuelta al aeropuerto, quien habria de decir que estas 5 semanas pasarian tan rapido....

Como tenemos tiempo desobra, la suegra y yo nos damos un masajito milagroso.
Y por fin embarcamos en el avion.


Sin palabras nos quedamos cuando abrimos la puerta de nuestra nueva habitacion!


No hay comentarios: