Hemos
dormido como marmotas y sobre las 08h nos levantamos, el dormitorio
en vez de tener paredes tiene cristaleras en las 4 paredes y está
bordeado de terraza que nos permite ver la vista 360 grados...
Así
con la luz del día el lugar está bonito. Nuestras primeras vistas
han sido los globos aerostáticos sobrevolando la zona, por lo que
decidimos no buscar alojamiento y quedarnos aquí. Una vez vestidos
bajamos a desayunar, que aunque no está el desayuno incluido en el
precio, nuestro alojamiento tiene un precio más que razonable y
decidimos alimentarnos como Dios manda, mientras desayunamos la BM
aprovecha para bajarle el precio del dormitorio, y por menos que nada
ya tenemos alojamiento y desayuno.
Preguntamos
a la mujer del hotel opciones para el día de hoy y nos marca una
ruta en un mapa. Salimos con la idea de seguir la ruta indicada, pero
todo es tan fascinante e increible que nos resulta imposible seguir
un camino, por lo que andamos sin rumbo entre las increibles montañas
de la Capadocia.... Hacemos miles de fotos, vemos miles de
formaciones rocosas, subimos y bajamos por todos los caminos que
encontramos... Empezamos a seguir unas indicaciones de una ruta, pero
al final nos desviamos hacia otra y acabamos perdidos entre los
diferentes valles, gozando de unas vistas alucinantes... Cuando vemos
que queda poca luz, decidimos empezar a buscar el camino de retorno,
pero hemos pasado por tantos que no sabemos ya ni donde estamos...
Por suerte, encontramos a un hombre y le preguntamos por Goreme.
Amablemente nos indica el regreso y nos regala unos frutos de su
huerto... Finalmente, llegamos a Goreme con hambre y con las piernas
como gelatinas... Queríamos ir a ver la puesta de sol a algún lugar
romántico, pero no damos para más, así que nos compramos un zumo y
nos lo tomamos mientras gozamos de las vistas del pueblo. Finalmente,
y con la caída del sol, empieza a notarse el frío ya que el sudor
se nos ha enfriado. Decidimos pasar por el super para comprar algo
para cenar en nuestra terraza y nos vamos a casita. Tras la ducha,
cena con vistas a las montañas. Y después, la colada, que hoy no se
salva nada de la ropa que hemos usado. Por fin, nos sentamos en
nuestro dormitorio, para escribir el blog y comunicarnos con la
familia. Y sin más rituales, a descansar que mañana será otro día.
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Cuevas alrededor de Goreme |
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Adivináis porque se llama valle del Amor?
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Hay tantas rutas por hacer, que vamos saltando de una a otra.... |
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Yo, por supuesto, no he subido.... |
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Allá donde mires, no tiene desperdicio. |
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