jueves, 25 de octubre de 2018

23/10/2018 Goreme - Primer contacto con Capadocia


Hemos dormido como marmotas y sobre las 08h nos levantamos, el dormitorio en vez de tener paredes tiene cristaleras en las 4 paredes y está bordeado de terraza que nos permite ver la vista 360 grados...
Así con la luz del día el lugar está bonito. Nuestras primeras vistas han sido los globos aerostáticos sobrevolando la zona, por lo que decidimos no buscar alojamiento y quedarnos aquí. Una vez vestidos bajamos a desayunar, que aunque no está el desayuno incluido en el precio, nuestro alojamiento tiene un precio más que razonable y decidimos alimentarnos como Dios manda, mientras desayunamos la BM aprovecha para bajarle el precio del dormitorio, y por menos que nada ya tenemos alojamiento y desayuno.
Preguntamos a la mujer del hotel opciones para el día de hoy y nos marca una ruta en un mapa. Salimos con la idea de seguir la ruta indicada, pero todo es tan fascinante e increible que nos resulta imposible seguir un camino, por lo que andamos sin rumbo entre las increibles montañas de la Capadocia.... Hacemos miles de fotos, vemos miles de formaciones rocosas, subimos y bajamos por todos los caminos que encontramos... Empezamos a seguir unas indicaciones de una ruta, pero al final nos desviamos hacia otra y acabamos perdidos entre los diferentes valles, gozando de unas vistas alucinantes... Cuando vemos que queda poca luz, decidimos empezar a buscar el camino de retorno, pero hemos pasado por tantos que no sabemos ya ni donde estamos... Por suerte, encontramos a un hombre y le preguntamos por Goreme. Amablemente nos indica el regreso y nos regala unos frutos de su huerto... Finalmente, llegamos a Goreme con hambre y con las piernas como gelatinas... Queríamos ir a ver la puesta de sol a algún lugar romántico, pero no damos para más, así que nos compramos un zumo y nos lo tomamos mientras gozamos de las vistas del pueblo. Finalmente, y con la caída del sol, empieza a notarse el frío ya que el sudor se nos ha enfriado. Decidimos pasar por el super para comprar algo para cenar en nuestra terraza y nos vamos a casita. Tras la ducha, cena con vistas a las montañas. Y después, la colada, que hoy no se salva nada de la ropa que hemos usado. Por fin, nos sentamos en nuestro dormitorio, para escribir el blog y comunicarnos con la familia. Y sin más rituales, a descansar que mañana será otro día.

Cuevas alrededor de Goreme

Adivináis porque se llama valle del Amor?



Hay tantas rutas por hacer, que vamos saltando de una a otra....

Yo, por supuesto, no he subido....

Allá donde mires, no tiene desperdicio.



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