martes, 27 de abril de 2010

22-03-2010 Yang Shuo - Navegación río Li

Después de 20 días en la China la BM aun no esta al cien por cien y a mas a mas hoy el día esta mas nublado de lo normal, pero de todas maneras volvemos a alquilar un tandem, claro esta no cogemos el mismo que el de ayer por razones obvias y nos dirigimos otra vez a Xing Ping , de camino paramos en un mercado, donde nos recreamos y nos tomamos nuestro tiempo, incluso aprovechamos para comer aunque no sea ni el mediodía. Después nos ponemos las pilas y llegamos a Xing Ping del tirón y sin mas paradas. El día a mejorado y la visibilidad es bastante buena, aunque el cielo no es azul, pero aun así decidimos volver a contratar una embarcación para navegar por el río Li. Negociamos el precio y llegamos a un acuerdo. La diferencia entre ayer y hoy es que ayer las vistas eran de prados, bueyes y al fondo las montanyas, hoy en cambio navegamos entre las montanyas La navegación dura mas de tres horas, el barquero nos enseña cuales son las montanyas mas famosas y porque, aunque nuestra imaginación hoy debe estar desconectada porque nosotros solo vemos montanyas. Volvemos a estar solos en el río, aunque no tenemos el silencio de ayer, aquí las canoas son motorizadas, pero al menos no hay otras canoas de turistas empanyandonos el paisaje, al final tenemos ganas de volver por dos razones, una porque tenemos hambre y dos porque estamos a 25km y si no nos damos prisa se nos hará de noche. Lo primero que hacemos al llegar a tierra es buscar un supermercado donde nos compramos una tarrina de helado cada uno y unas nubes, no encontramos nada mas apetecible para comer. A las 17:00h emprendemos el regreso, no es un regreso normal porque nos adelanta un western ciclista que también va a la misma localidad que nosotros, solo decir que hicimos los 25 km en una hora y diez minutos y que el ciclista llego tan asfixiado como nosotros, la BM en los tramos planos y bajadas no paladeaba, así que yo tenia que hacer todo el esfuerzo, y el ciclista también iba motivado porque incluso paladeaba en las bajadas, hacia tiempo que no me lo pasaba tan bien encima de una bici. Ya dejado el tandem nos encontramos a los israelitas que conocimos en la Garganta del Tigre, ellos también viajan por largo tiempo, aunque no tanto como nosotros que ya llevamos 18 meses de viaje si no me falla la memoria, intercambiamos información y volvemos a nuestra rutina del final del día.

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