Me despierto sobre las 08h, he dormido como un liron. Desayunamos, paseamos por el barco y poca cosa mas, la BM lee y yo me dedico a observar a la gente.
Esto de hacer “cruceros” por Asia es un aburrimiento.
A las 15h llegamos a Manila, estamos de suerte porque nos deja cerca de nuestra zona de alojamiento. Empezamos la peregrinación, con tanta buena suerte que las dos primeras guesthouse están llenas. Decidimos cambiar de táctica y mientras yo me espero en una esquina con las mochilas la BM busca alojamiento. Tarda una hora pero durante mi espera me sucede una curiosidad. Dos Filipinas se me acercan y me ofrecen una botella de agua y comida que acaban de comprar porque creen que soy un pobre y paso hambre. Tengo que explicarles que soy turista, tengo dinero y mi mujer esta buscando alojamiento, resulta una situación bastante embarazosa, tanto para ellas como para mi.
La BM a encontrado alojamiento en un señor hotel y muy barato, la única pega es que nuestra habitación es la puerta continua ( separación de 3 dedos) de los aseos y nuestra habitación es tan “ grande y espaciosa” que no puedo ni estirar los brazos porque toco las paredes. Tenemos el espacio justo ( cuando digo justo es justo, no sobra ni un milímetro) para dejar las mochilas y los movimientos en la habitación han de estar sincronizados. Por lo demás todo perfecto. Lo que nos queda de día, paseamos por las calles, nos informamos un poco de cómo llegar al aeropuerto de Clark y cenamos un Mami Pares. Nos conectamos a internet en el Mcdonald’s y a dormir que no aguantamos mas.
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| La BM, matando el tiempo en el ferry's antes de llegar a Manila |
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| Llegada al puerto de Manila |
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| Nuestra super-mini habitacion |
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