Lo que había de ser un día de descanso, se convierte en dos y es que las fiebres y la diarrea no dan tregua. El primer día, la BM y el suegro no salen de la habitación, solo para ir al baño. LA suegra y yo somos los encargados de ir a buscar la comida. Para alegría del suegro, en la guest house hacen patatas fritas al estilo francés.... y parece que le haya tocado la lotería... Se las come con un énfasis que da miedo.... La BM también esta contenta, porque hemos encontrado un puesto de comida donde tienen toda clase de verduras. Y la suegra y yo nos ponemos morados comiendo patatas al estilo chino, es decir, entran 5 veces que al estilo francés y por el mismo precio, nos tomamos medio litro de Coca-Cola. Para los curiosos, la única diferencia radica en el corte de la patata: el estilo frances es larga y fina y el estilo chino gordo y triangular. Por la noche hacemos alguna partidita, donde tengo que estar pendiente de que la familia no haga trampas ni se ayude entre ellos.... Así no hay quien se relaje... Mas pronto que tarde, apagamos las luces y nos retiramos a descansar.
El segundo día, todo va un poco mejor. Los estómagos enfermos se van recuperando e incluso por la tarde les permiten salir un par de horitas a pasear por el barrio. Decidimos que ya es hora de irnos a nuestro siguiente destino: Langzhon. Dejamos las chaquetas y ropa de abrigo en la guest house, donde hay un almacén gratuito para dejar “trastos”, preparamos las mochilas, hacemos unas partiditas y a dormir, a ver que tal nos sienta el próximo destino......
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| El suegro, con su "milagro" |
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| Por fin un paseito, despues de tanta cama! |
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