miércoles, 29 de agosto de 2012

13-08-2012 De Langzhon a HuanlongXi

A pesar de que mi suegra quería coger el bus de las 5:30, nos levantamos a las 6, para llegar a la estación de buses a las 8:00horas (ya sabéis, desayuno, que si tengo que ir al baño, que no se donde he puesto tal o cual cosa, que si tengo que volver al baño......). Por suerte, el bus urbano pasa rápido por la parada y una vez en la estación de buses, conseguimos billetes para el bus de las 8:20. El trayecto de vuelta transcurre sin novedad: mi suegra con los ojos cerrados y esta vez, nosotros la acompañamos y mi suegro no sabemos, pues ya he dicho que nosotros teníamos los ojos cerrados. A la llegada a Chengdu, el calor es sofocante. Cogemos un bus urbano que nos lleva de una estación de buses a otra (por supuesto, no íbamos a tener la suerte de que el bus a nuestro próximo destino saliese de la misma estación por la que llegamos). En la estación de Xianmen, compramos 4 billetes para HuanglongXi, solo hemos de esperar 50 minutos. El trayecto dura algo mas de una hora y a la llegada de HuanglongXi nos dejan en medio de la nada. Como todo el mundo se sube a un bus urbano que hay en el medio de la nada, hacemos lo mismo. El trayecto dura 2 minutos: hemos pagado un billete para que nos lleven detrás de la curva, donde empieza el pueblo. El calor sigue apretando, así que dejamos a los suegros a la sombra, enfrente de un riachuelo donde millones de chinos se están refrescando y jugando con pistolas de agua. El peregrinaje no es fácil y tardamos mas de 2 horas en encontrar alojamiento. Todo lo que vemos es caro y cutre, pero cutre.... Al final nos hacemos con una habitación para 4, con AC, banyo privado y casi en primera linea del río. Volvemos a buscar a los suegros, que están desfallecidos de hambre: se ha perdido la mochila donde iba la fruta y no les habíamos dejado dinero. Les llevamos a la habitación, que no les parece mal (si hubiesen visto las otras, estarían saltando de alegría!). Dejamos las cosas en nuestra nueva casa y salimos a pasear y buscar algo que echar a nuestros estómagos vacíos. Encontramos una parada donde hacen patatas fritas y nos hartamos con ellas. Como es tarde, estamos casados, sucios y hace calor, nos retiramos a nuestros aposentos a gozar de nuestro merecido descanso.

A primera hora de la manyana, esperando el bus que nos tiene que llevar a la estacion de buses.
Nosotros no descansamos nada de nada..... solo viajamos con los ojos cerrados!

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