Hoy
toca visitar uno de los lugares más conocido de Slovenia: el lago
Bled. Salimos cargados de energía y ganas y en cuanto llegamos al
lago, nos encontramos con lo que sospechábamos: los lugares más
conocidos son a la vez los más turísticos y por tanto, hay que
sacar la cartera para todo. La BM va a la oficina de turismo y ante
la pregunta “Donde podemos aparcar el coche de manera gratuita”
la respuesta “Estamos en Europa y al igual que en tu país, los
parkings son de pago”, aunque finalmente le proporcionan una
información útil: hay un parking donde podemos dejar el coche por 5
euros todo el día (lo que no está nada mal, ya que el resto de
parkings cobran 2 euros la hora). Aparcamos el coche y empezamos el
camino que bordea todo el lago. Las vistas son espectaculares y los
carteles también: prohibido bañarse, prohibido tomar el sol,
prohibido tumbarse en la hierba..... Subimos hasta el impresionante
castillo y volvemos por donde hemos venido: no queremos pagar la
entrada por ver otro castillo más, sólo nos interesa verlo por
fuera, pero incluso eso no es posible porque el castillo está en un
alcantilado y por la otra cara hay la taquilla antes de la muralla.
Seguimos nuestro trayecto y vemos como todo el mundo va lamiendo un
helado. Comentamos en broma que deben regalarlos y nos partimos de
risa, porque en un lugar donde todo funciona a golpe de cartera,
parece un chiste... Hasta que se nos acaban las risas cuando la BM
pregunta a una persona dónde ha comprado el helado y la respuesta es
que los estaban regalando, pero ya se han acabado!! Llegamos al club
de vela y aunque hay miles de prohibiciones, la gente parece hacer
caso omiso de ellas y se están bañando en el lago. La BM, el suegro
y yo no tenemos ganas de mojarnos, pero la suegra sí y sin
pensárselo dos veces al lago se va. Rufo también decide aventurarse
y se pega unas buenas brazadas.... Cuando los bañistas acaban con el
baño, seguimos el paseo y llegamos a un desvío por el que se sube a
un mirador. Con muchos esfuerzos por parte de los suegros (la cuesta
es muy empinada y resbaladiza) llegamos arriba por turnos (alguien
tiene que quedarse con la Orellotes, que no está para subir estos
escalones. Las vistas son sublimes y el esfuerzo merece la pena, pero
deja ya a los suegros sin muchas fuerzas para más y eso que todavía
hemos de acabar la vuelta.... Vamos “pasito a pasito”, hasta que
encontramos un supermercado donde compramos unos refrescos y unas
patatas y nos sentamos a la orilla del lago a gozar de las vistas y
cuando acabamos, un poco repuestos, volvemos poco a poco al coche.
La
vuelta a Libluana se hace un poco larga: parece que nos hemos puesto
todos de acuerdo para volver a la capital a la vez y cuando por fin
llegamos a casa, rendidos, cenamos y nos acostamos, ya que mañana
volvemos a la carga.
Un
día inolvidable, aunque nos ha quedado visitar la garganta de
Vingtar y poder disfrutar más del lago, así que acordamos que
volveremos otro día para acabar la visita. Puesto que vemos que
vamos a necesitar más días por la zona, nos ponemos en contacto con
nuestro “anfitrión” y tras unas cuantas gestiones, acordamos 2
noches más, lo que nos da más tiempo para poder visitar todo con
tranquilidad.
|
En el lago Bled..... |
|
Vistas al Gatillo de Bled desde el lago |
|
El mirador del Amor |
|
También para nosotros.... |
|
Sí! Hemos dado toda la vuelta..... |
|
Y la suegra no ha perdido ocasión para refrescarse. |
|
La BM y la Orellotes se limitan a disfrutar de las vistas. |
|
Para el recuerdo. |
|
Espectacular lago Bled. |
|
Vistas des de el mirador |
|
Los cuatro mosqueteros |
|
Cuidado!! Cisnes en plena libertad!!! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario