A
las 07h la BM se levanta para pagar el ticket de la zona azul del
coche ( sólo se puede pagar cuando funcionan las máquinas y no se
puede pagar por avanzado). Después saca a pasear a los perros,
compra el desayuno, nos lo prepara y nos despierta (vamos todo un
chollo de mujer).
Tras
el tute que nos dimos ayer, decidimos pasar el día en la ciudad y
así conocerla un poco, pero como no tenemos comida ni agua ni nada
con lo que llenar nuestra nevera y despensa nos pasamos por el Lidl
aprovisionarnos para los próximos días. La compra nos lleva más de
una hora, pero salimos satisfechos, llevamos todo lo necesario y
“algo” de innecesario. Una vez todo colocado en su sitio, salimos
a inspeccionar la ciudad y la verdad sea dicha, por lo poco que hemos
visto y estamos viendo nos esta gustando bastante, tiene muchas zonas
verdes, rio y todo es muy agradable, excepto los nubarrones negros
que se van aproximando.
Antes
de llegar a la zona más turística, nos pilla la tormenta en todo su
esplendor, incluso con algún trueno incluido. Por fortuna, la
tormenta sólo dura 20 minutos. Tras la tormenta seguimos nuestro
recorrido hasta llegar a la zona turística e integrarnos con los
demás turistas, incluso vamos a la oficina de turismo a pedir mapas
y información varia.
Empezamos
a hacer de turistas, es decir, mapa en mano y buscando los puntos de
interés que recomienda el mapa. Como no, tenemos visita obligada con
el castillo, pero para llegar hasta él hemos de subir toda la
montañita, suerte que no hace calor perola fortuna tampoco nos
acompaña, mi suegra decide tropezar y tirarse por los suelos, su
pena es que no se ha hecho ni un rasguño( perdón uno pequeño en el
hombro) y tiene que seguir con el ascenso al castillo. Entre risas y
suspiros ( de cansancio) llegamos al castillo y para nuestra fortuna
sólo unas secciones son de pago, permitiéndonos entrar y hacernos
una idea de como es. La lluvia nos amenaza todo el rato pero nos
respeta el descenso ( no me imagino a mis suegros bajando la ladera
de la montaña todo embarrancado).
Una
vez abajo, nos sentamos en un banco a mirar como una pareja canta
mientras nos tomamos unos refresco, pero el viento, el frio y la Sra
tormenta nos aguan la fiesta, obligándonos a plegar velas y
retirarnos a nuestros aposentos. Pero no resulta tan fácil, la
lluvia sube de intensidad y se hace acompañar por rayos y truenos,
obligándonos a cobijarnos en un porche y esperar a que pase. En la
siguiente tirada llegamos a casa bien secos, y como siempre nos suele
pasar, una vez instalados y cómodos, salen las nubes blancas y el
cielo azul, pero ya son las 19:30h y ya no hacemos el amago de salir.
Tras
la cena hacemos un par de partidas al Rumicub, planificamos el
siguiente día y nos vamos a dormir.
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Liubliana, casco antiguo |
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Castillo de Liubliana |
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Aprivisionándonos |
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Unidos por Rufo |
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Paseando por el casco antiguo |
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Mercado de frutas |
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Puerta de la catedral |
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