domingo, 10 de septiembre de 2017

24/08/2017 Velika Planina

07h todo el mundo arriba, sacamos a los perros, la BM va a comprar el desayuno, desayunamos en abundancia, nos subimos al coche y ponemos rumbo a Velika Planina una estación de esquí cerca de la capital, pero que decidimos dejarlo hasta ahora para poder ir por carreteras secundarias y ver un poco de paisaje. Hasta destino, todo cumple con todas las expectativas. Una vez en el parking de la estación la BM va a comprar los tiquets para el funicular y después los tiquets para las telesillas para los suegros. Desde donde nos deja el funicular hasta arriba hay unos 45minutos cuesta arriba, nosotros no podemos cogerlo porque llevamos a los perros y no sabemos como pueden reaccionar.
La subida en el teleférico va según lo previsto y las vistas la mar de interesantes, después una vez arriba los suegros se suben a las telesillas y nos dejan con los perros, son las 11:30h hace mucha calor y el cielo esta azul y sin casi nubes blancas. El ascenso se hace bien, lo peor se lo llevan los perros, pero llegan arriba sin dificultad, aunque algo alterados: por el camino nos hemos encontrado unas cuantas vacas lecheras de anuncio y como se han puesto los dos ( yo creo que veían chuletones y no vacas). Cuando todos nos volvemos a reencontrar, nos sentamos a comer y beber, al menos yo estoy hambriento y los demás creo que comen por miedo a quedarse sin comida. Ahora sí, con las panzas llenas empezamos hacer un trekking por la zona alta de las montañas y visitar un poblado tradicional de pastores. El calor y el sol no nos dejan en ningún momento y mis suegros lo sufren en todo su esplendor. Suerte que las vistas son fantásticas: una gran llanura con casas tradicionales diferentes a todo lo que hemos visto hasta el momento. Después de tres horas llegamos a las telesillas, donde quedamos con mis suegros que se bajarán en la estación del medio, donde tomaremos algo, y cual es nuestra sorpresa al saber que nos han hecho la pua y no se han querido bajar, el hombre nos dice que gesticulaban que no bajaban y que no aminorasen la marcha de las telesillas, y todo esto con gestos, debía ser todo un espectáculo. Adiós a mi dosis de azúcar y bienvenido al descenso. Tras tres cuartos de hora de bajada, nos volvemos a juntar, tienen ganas de volver a casa, están cansados y con ganas de regresar, pero la BM les convence para hacer una parada en Kamnic donde nos tomamos un helado y nada más, insisten en volver a casa.
El camino de vuelta se les hace largo porque no cogemos la autopista sino que vamos por carreteras secundarias para ver las vistas. Una vez en casa todo el mundo se pone cómodo por turnos y nos sentamos en la terraza a tomarnos algo fresquito y descansar del día. Una vez recuperados nos ponemos en modo rutina hasta la hora de dormir.


Vistas des de el teleférico

Los suegros siguen el trayecto en telesilla

Mientras, nosotros tenemos que seguir a pie....

El esfuerzo merece la pena, por las vistas que vamos conquistando

Y una vez arriba, nos reencontramos

Las casas son totalmente distintas a lo que hemos visto hasta ahora





La caminata empieza a causar mella...

Así que llega la hora de ir bajando....

Nosotros a pie, claro!

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