sábado, 9 de septiembre de 2017

16/08/2017 Garganta Vintgar y Bled

07h suena el despertador y todos arriba. La BM, como siempre, es la primera en levantarse porque le toca encargarse de los perros. Lo extraño es que aparece por el río puesto que ha perdido las llaves del apartamento y como no hay timbre para llamar, ha tenido que bajar al río y entrar por la parte de atrás. Pero lo raro no es esto, si no que viene con un cartón de tabaco que dice haberse encontrado en la orilla. El suegro y yo nos la miramos como hay que hacerlo: no entendemos porque se inventa historias estúpidas, a su edad, si quiere comprar tabaco que lo compre.... quien va a creerse que alguien ha tirado un cartón a la orilla del río y no ha bajado a buscarlo.... Ella sigue insistiendo en que se lo ha encontrado y al final dejamos el tema. Total, ella es la administradora del dinero y por tanto tampoco sabemos lo que había en el “bolsillo” antes de “encontrarse” el cartón. Nos turnamos la entrada al baño, desayunamos y con todo lo necesario para pasar el día nos subimos al coche. Nuestra primera parada es la garganta de Vintgar, que está al lado de Bled. El coche ya se conoce el camino de memoria. La buena noticia es que el parking es gratuito (esto por esta zona es sorprendente). Como hemos ido ligeros esta mañana nos plantamos delante de la taquilla a las 09:30h, todo un récord para nosotros. Pagamos la entrada y empezamos nuestro recorrido por el cañón. La primera impresión es que está lleno de españoles y catalanes, me da la sensación que no he cruzado aún la frontera, el recorrido es espectacular y como fotógrafo me pasaría todo un día haciendo fotos, aguas transparentes, el cañón estrecho, pasarelas de madera y por supuesto lleno de turistas, hay tramos que hemos de hacer cola para pasar de la gente que hay. El recorrido ida y vuelta por el mismo sitio son 3km y desde luego que son chulos. Entre las paradas para hacer fotos, las paradas de la gente y el disfrutar el lugar no salimos del cañón hasta las 12h.
El resto del día vamos a pasarlos al lago bled, tomando el sol, bañándonos y haciendo de turistas domingueros (aunque no sea domingo). Como el aparcamiento esta difícil dejo a mis suegros y a la BM en una de las playas mientras yo voy aparcar el coche. Cumplida mi misión llego a tiempo para el pica-pica y la comida. Con el gobierno de la barriga tranquila, me instalo el bañador y a disfrutar de las aguas y las vistas, la BM y la suegra me acompañan, el suegro prefiere observarlo desde la orilla.

Pero no todo nos iba a salir bien, las nubes negras aparecen con su orquesta y su juego de luces nos anuncian su llegada. Antes que esto suceda la BM y yo decidimos subir al mirador, que nos dejamos pendientes el otro día, nos llevamos al Rufo y así de paso estira las piernas y se tranquiliza un poco. El ascenso resulta ser empinado y no está bien indicado, suerte que una pareja ya había estado y se conocía el camino. Las vistas son chulísimas y quitando el pequeño susto que un poco más y perdemos al perro de mis suegros porque por voluntad propia se va precipicio abajo, todo es perfecto. El descenso lo hacemos ligeritos aunque no podemos evitar llegar empapados. Como damos por finalizada la excursión del día voy a buscar el coche, ya no me viene de unas cuantas gotas más. Recojo a todo el mundo y pongo rumbo a nuestro alojamiento, donde nos ponemos otra vez en modo rutina hasta la hora de dormir.

Paseando por la Garganta

Que pena que no nos podamos bañar!

Las aguas son cristalinas





El otro mirador de Bled y el campeón de Rufo, con nosotros

Hoy sí que me he bañado en el lago

Y la BM también!

Y la suegra, que no se pierde una....

El suegro no, que es de secano....

No estamos bañados en sudor, si no mojados por la lluvia

Aquí estoy yo!!!!!

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