A las 4:30h estamos despiertos, hay demasiado ajetreo, no hay quien duerma... facturamos las mochilas, pasamos todos los controles sin problema, esperamos hasta poder embarcar, una vez en el avión y sin esperar a estar en el aire yo ya he volado al país de los sueños del cual no regreso hasta una hora antes de aterrizar. El aeropuerto de Clark es de low-cost y ademas se nota en su infraestructura. Volvemos a pasar todos los controles sin incidentes. Nuestro primer “acierto” es coger un bus que nos lleva hasta Manila, el acierto es porque el autobús es muy nuevo, limpio, con aire acondicionado e incluso nos ponen una película y si todas estas señales no son claras vamos casi solos, tengo la “ ligera” sospecha que 6 meses en Europa y un mes con mis suegros nos han mermado nuestra capacidad olfativa para esquivar estas trampas, porque así no hay manera de poder interactuar con la gente del país.
Nuestra primera impresión solo llegar a Manila es muy buena. Nos apeamos del autobús sobre las 13h y empezamos nuestra peregrinación, esta va a ser muy diferente a las anteriores, solo encontramos alojamientos por horas, preferiblemente entre 2 o 3 horas y nos tememos terminar en alguna recomendada por la guía, por la calle veo paradas ambulantes de artículos eróticos, curiosamente todos ellos pensados para ellas (ahora entiendo que vio Julio Iglesias en Isabel Presley), otra cosa que nos sorprende de Filipinas y este sea totalmente distinto al resto de los países asiáticos son los “jeepneys” el transporte local, consiste en unos armatostes que dejaron los americanos y que han tuneado y encontrado un uso: Transporte de viajeros. Es como un jeep pero muchos mas largos, están pintados de diferentes colores adornados con luces y mensajes católicos tipo “ Dios me ama”. Mas cosas curiosas son los nombres de las calles, todas en español. Así puedes ver jeepneys con destino “rotonda, Monumento, Intramuros, etc...” y la curiosidad menos grata es que en la puerta de cualquier establecimiento hay un guardia armado con pistola y escopeta incluso cada vez que entras en el metro o gran superficie te registran las mochilas y te cachean el cuerpo. A las 18:30h nos tiramos en nuestra cama, hemos encontrado una habitación que no sale en la guía y no se alquila por horas, estamos rendidos. Tras sentirnos personas salimos a cenar, una cosa que hemos comprobado este mediodía es que la comida en Manila esta muy buena . La cena de hoy consiste en un par de hamburguesas por boca, la razón de esta dieta tan equilibrada es muy simple, “Paga una y llévate Dos”. Tras esta cena basura nos vamos a dormir a pesar que solo son las 19:30h. Devolver a mis suegros vivos a mi cuñado, dormir en el aeropuerto y encontrar alojamiento en un país nuevo, nos a dejado con nuestros niveles de energía bajo mínimos.
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| Aeropuerto de Clark |
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