03-03-2011 De Sagada a Vigan

Suena el despertador a las 5 y por un momento nos sentimos tentados de quedarnos otro día, pero conseguimos abrir los ojos y cargarnos las mochilas. Cogemos el bus previsto. El traslado hasta Baguio transcurre por acantilados de arrozales y montañas que están envueltas en un mar de nubes. Este trayecto es totalmente espectacular ya que al ser tan temprano podemos gozar de las vistas de las nubes disipándose y de los lugareños despertándose. En una de las paradas que hacer el bus para desayunar e ir al aseo, en medio de la montaña, nos encontramos un puesto de frutas en el que venden naranjas de Valencia!! Al módico precio de 50 céntimos de euro la naranja!!! Decidimos posponer el deleite hasta España, solo llevamos un mes y medio fuera y no estamos tan desesperados. Una vez en Baguio, andamos 10 minutos hasta la otra terminal de buses. Quedan 45 minutos para que salga el que va destino a Vigan, así que aprovechamos para comprar la comida. Nos la tenemos que acabar comiendo dentro del bus, suerte que este trozo del traslado tiene una buena carretera. Llegamos a Vigan a las 19 horas, nos deja en la Plaza Salcedo y solo verla nos alegramos de haber venido, todos los árboles están adornados con decenas de farolillos chinos y al fondo se distingue la catedral con su fachada blanca. Cruzamos la plaza y entramos en la plaza Burgos donde empieza la calle mas emblemática de Vigan, una calle adoquinada llena de mansiones españolas y de calesas que pasean a los turistas arriba y abajo. Estamos extasiados, aunque el éxtasis se nos baja al preguntar precios en el primer hotel que vemos. Por una vez y sin que sirva de precedente nuestra guía nos hace un buen servicio indicándonos un hotel que aparte de encontrarse en el centro histórico es una casa colonial con muebles acordes a la era y un precio adecuado a nuestro bolsillo, ni nos lo creemos.

Soltamos las mochilas y nos dedicamos durante un par de horas a recorrer la calle principal que esta muy animada. Acabamos cenando en la plaza Burgos y para celebrar la suerte que hoy hemos tenido, nos compramos una bebida popular entre los hogareños y que increíble o no procede del Mc donald’s : Una Coke Flota. Para los ignorantes que desconozcan esta acertada especialidad os diré que es la clásica Coca- Cola del Mc Donald’s ( coca-cola aguada con mucho hielo) encima de la cual ponen  un Sunday ( helado de nata con sirope de chocolate), se mezcla todo y se disfruta de una sensación gastronómica.

Tras tan exquisito postre nos retiramos a nuestros aposentos.

Vistas nocturnas de la Catedral de Vigan a nuestra llegada.