Día de traslado y como no, también de madrugon. Nos levantamos a las 05:30h, y a las 05:45h estamos en la calle. Caminamos hasta la estación de trenes (nos lleva unos 45minutos) y una vez en la estación nos sentamos a desayunar y esperar nuestro tren, que por cierto viene con media hora de retraso, tiempo que aprovechamos para conocer a gente y hacernos unas fotos con ellos. El viaje en tren dura unas 3 horas y el paisaje es de lo mas desértico, mas que nada porque estamos en el Gobi y lo único que vemos es arena y tendido eléctrico, aunque durante la primera hora del trayecto, al fondo, se podían divisar las montañas nevadas de Qilian.
Sorprendentemente, la estación de trenes de Dunhuang es enorme y moderna y justo fuera, cogemos un bus que nos lleva a la ciudad. La verdad es que para haber llegado a un oasis, nos esperábamos algo mas rustico.... una vez aquí empieza nuestro peregrinaje, diferente a todos los anteriores. Así fue nuestra peregrinación: en el primer hotel que encontramos, después de ver la habitación y no llegar a un acuerdo le dejamos las mochilas en recepción y empezamos a peregrinar, no tenemos ningún mapa de la ciudad y los hoteles en los que que preguntamos son carisimos. Tampoco encontramos ninguna pensión, pero al final y después de una larga y dura negociación conseguimos habitación en un hotel, pagandole 3 noches por adelantado. Una vez que tenemos el alojamiento, buscamos un restaurante para comer y tras encontrarlo y llenar las barrigas volvemos a buscar nuestras mochilas nos las cargamos a la espalda, caminamos hasta el hotel, pero sin conseguir dar con el, no tenemos ni idea de donde esta el hotel y tras caminar casi 1 hora calles y mas calles al final lo encontramos, jejeje ha sido de lo mas divertido, aunque la BM no se ha divertido ni pizca, ya se veía pagando 3 noches mas en otro hotel.... también hay que decirlo, el calor no ayudaba mucho.
El resto del día lo pasamos paseando por el centro y nos conectamos a internet en una GH que tienen wifi gratuito.
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