miércoles, 27 de febrero de 2013

18-02-2013 De El Nido a Sabang

Hoy toca otra vez madrugón, pero esta vez no es para hacer excursión, si no para dirigirnos a nuestro ultimo destino antes de regresar a Puerto Princesa: Sabang. Tenemos reservada la entrada al río Subterráneo considerado una de las nuevas 7 maravillas del mundo naturales para el día 21, así que antes de hacer la excursión, nos quedan un par de días para disfrutar en la playa. El bus sale a las 8 en teoria, en la practica perdemos la cuenta de la hora que es. No sabemos cuantas horas son, ya que nos han dado variados opciones a elegir, pero es algo entre 4 y 7 horas hasta Salvación, donde debemos coger un jeepney procedente de Puerto Princesa. A las 14 horas el autobús nos deja en el cruce, donde al principio estamos solos pero poco a poco se va llenando de gente. También nos enteramos de que el jeepney que estamos esperando es el ultimo del día y nos tememos un completo, pero una cosa esta clara: hemos de subir si o si. Le damos las instrucciones claras a los suegros: aunque el jeepney llegue mas lleno que una lata de sardinas, no els queda mas opción que subir como puedan o quedarse toda la noche en la carretera. Vemos llegar un jeepney, lleno incluso en el techo, lo paramos y sin dudar intentamos meternos dentro, para enterarnos de que no es el nuestro, pero al menos mis suegros han podido participar en un simulacro y saben a que atenerse. Diez minutos mas tarde aparece el jeepney real, que va tan lleno que no vemos como subirnos a este, ni siquiera en el techo. Pero mis suegros, ante la alternativa de quedarse a dormir en el cruce, no solo consiguen entrar en el jeepney si no que se hacen con un par de asientos cortesía de dos filipinos que les ceden sus asientos. La BM y yo luchamos codo a codo con otra pareja y llegar primeros al techo, cosa que conseguimos y nos instalamos sobre dos sacos enormes de no sabemos que. El trayecto a Sabang dura un par de horas mas, que se hacen eternas. Desde el techo del jeepney a veces tenemos la sensación de que vamos a volcar o salir volando. Las vistas son especulares: mas montañas de piedra caliza pero esta vez entre arrozales, nos recuerda mucho a Vietnam. Una vez en Sabang nos encontramos con que el pueblo es una sola calle, no muy bonita y un montón de resorts frente al mar. La BM sale a “investigar” y mientras ella esta fuera, yo me quedo con los suegros y las mochilas, hasta que un filipino insiste en enseñarme una GH. Termino dejando a los suegros con las mochilas y voy a pegarle una ojeada a la GH. La GH esta bastante lejos por un camino sin asfaltar y sin luz. Me encuentro con la BM y valoramos que la GH que ha encontrado ella tiene mejor ubicación y nos dirigimos hacia allí. En Sabang no hay electricidad y los generadores solo funcionan de 18 a 21 horas, pero en nuestra habitación de 4 no tenemos ni una triste bombilla, obligándonos a usar una linterna-antorcha que nos dejan en la GH. Debido al tema de la electricidad la primera imagen que tenemos los suegros y yo no es muy bonita (sin luz y sin nada que hacer, puesto que ya es de noche) por lo que nos quedamos un poco cabizbajos.... Salimos a cenar y por si estábamos suficiente deprimidos por el alojamiento, los restaurantes son caros y las raciones tan ridículas que pueden compararse a las de Vietnam.... Con la moral por los suelos, nos pegamos una ducha a oscuras y nos vamos a dormir.

Despidiendonos de los duenyos de la GH, que se han portado maravillosamente con nosotros.

Sentado en el techo del jeepney

Por fin llegamos a Sabang

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