lunes, 25 de febrero de 2013

Del 27-01 al 10-02-2013 Port Barton

Sin haberlo planeado, nuestra estancia en Port Barton dura mas de dos semanas. Las razones son varias: la playa nos gusta, en la localidad no hay muchos turistas, el único trafico existente es el jeepney de la mañana a Roxas y el de Puerto Princesa, se pueden hacer excursiones a playas paradisíacas de ensueño a pie o en barca, comemos bien, la guest house es muy agradable y pese a que inicialmente teníamos pensado repartir los días entre el Nido y Port Barton, tras conocer a varios turistas que vienen de El Nido e informarnos de que El Nido es un lugar caótico, ruidoso, caro y feo (lo único esplendoroso allí son hacer las excursiones, que a lo sumo son 4) y, por si fuera poco, esta lleno de chinos por ser el anyo nuevo de su país, decidimos plantar raices y quedarnos en Port Barton hasta que veamos la cosa mas clara.
Poco a poco nos hacemos nuestra rutina en Port Barton. Levantarnos pronto (antes de las 7, pero mas que nada porque los gallos de la localidad no permiten hacer el gandul en la cama), desayunar en la terraza, jugar alguna partida al Rumikub, bajar a la playa, que esta a 2 minutos, colgar las hamacas y abandonarnos al calor del sol, la lectura, ly los juegos de cartas. Los paseos por la orilla del mar es nuestra actividad punta del día, en los cuales nos dedicamos a recoger corales y conchas. A mediodía hacemos una parada para ir a comer, el 90% de las veces, al mismo restaurante donde ya nos conocen y nos ponen unas raciones generosas que hasta el suegro disfruta. Comemos mucho pescado fresco y algunas días también pollo y verduras, acompañado de caldo de sopa casera. Y sin haber empezado la digestión, nos desplazamos de nuevo a la playa para “pelearnos” por una plaza en una de las dos hamacas que tenemos. Cuando el sol baja, la BM va a buscar un refresco que nos tomamos plácidamente mientras disfrutamos de la puesta de sol.
Algún día rompemos la rutina y hacemos una escapada a las playas de los alrededores. Para hacer estar excursiones, nos llevamos unos panes y unas latas de sardinas o atún y fruta. Las playas que descubrimos son fantásticas y aunque el camino se hace un poco duro para los suegros, siempre vale la pena. Uno de los días vamos a visitar una cascada y otro de los días, contratamos una barca para que nos lleve a visitar las recónditas playas paradisíacas de las islas que tenemos enfrente de la costa. Es en esta escapada que convencemos a los suegros para hacer snorkel y tras pasar el zafarrancho de los 1000 NO, conseguimos que se pongan las gafas, el tubo y disfruten del fondo marino. Ven corales de colores, muchos nemos (peces payaso) y otro tipo de peces tropicales. Los rincones donde nos lleva nuestro barquero son indescriptibles: cielo azul, nubes y arena blanca, palmeras, aguas turquesas transparentes y una comida para chuparse los dedos que nos prepara el mismo: pescado fresco, ensalada, arroz y fruta.
Casi sin darnos cuenta nos pasan los días volando y no nos terminamos de creer que ya nos tengamos que ir, los niveles de estres están a cero, y ya va siendo hora de explorar nuevos lugares, por lo que en el día de año nuevo chino, tras asistir a la desaparición del Dios Sol, con refresco en la mano, cenamos y volvemos a nuestra guest house a hacer las mochilas. Mañana toca día de traslado.

La bahia de Port Barton

La suegra disfrutando de las aguas

Vista de la bahia

Nuestra guest house, que se llama Ytaytay y es la mas barata del pueblo.


Haciendo "la croqueta" con la suegra (es decir, revolcandonos por la arena)

Esto es vida y el resto es cuento.

Disfrutando como locos de las aguas calientes del Pacifico.

Nuestro chiringuito bajo los cocoteros

Las puestas de sol nos gustan mucho a todos, disfrutamos de ellas todos los dias mientras tomamos un refresco.

Verlos para creerlo.... Esto es vida de jubilados!

Camino de las cascadas, el suegro se apropia de un buen baston.

Una vez en las cascadas, nos pegamos un buen banyo!!!
De bajada de las cascadas, nos tumbamos a relajarnos en las hamacas.
  
Para que no se diga que el lugar no es exotico......

Esperando la puesta de sol


Un par de dias nos acercamos a la playa de arena blanca que esta a una hora de Port Barton andando.

Como vamos escasos de crema de sol, nos recubrimos con la arena de la playa.

La caminata siempre nos compensa.

O no os lo parece?

El camino de regreso es tan agradable como el de ida.

Vista global de la Playa Blanca


Que buenas partidas y risas nos pegamos en la terraza de nuestro alojamiento.



El dia que cogemos la barca para ir de excursion, llegamos a lugares como este.

La comida que nos preparan, esta deliciosa.

Y las playas no tienen desperdicio.

No os pongais verdes de envidia!!!!!


Hasta el suegro se anima y hace snorkel! Verlo para creerlo!!!!!

Cuando la suegra se porta mal, la enviamos a una isla desierta a reflexionar. Pero como somos buenos, le hemos plantado una hoja de palmera.

Los suegros no se lo pueden creer cuando encuentran conchas como estas andando por la playa.......

Con este escenario, hasta los suegros se nos enamoran

En nuestra guest house, tenemos un mono. Se llama Sonyc y siempre se chula el dedo, pero a mi no me puede ni ver. Si intento acercarme, se pone rabioso!

La vida en el paraiso.

La suegra no suelta los cocoteros ni que la maten.

Y las puestas de sol diarias....... no nos defraudan.

Que bonito, que bonito!

La barca con la que vamos de excursion.

A la BM le gusta colgarse de los laterales del barco.

A mi por mi parte, me gusta combinar el nado con los paseos por la arena.

Una manyana los vecions de nuestra GH nos regalan unos cocos que disfrutamos plenamente.

La verdad es que las playas que visitamos con la excursion son dignas de catalogo.

La sugra y yo, en su primera incursion como "snorkelista"


Fachada de nuestra GH, Ytaytay.
 
No es bonito ver a madre e hija unidas en el paraiso?

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