lunes, 25 de febrero de 2013

21-01-2013 Manila y llegada de los suegros

Parece que hayamos dormido en una suite nupcial, del cansancio que llevábamos no nos hemos despertado ni una sola vez en toda la noche, teniendo la sensación de haber dormido a pierna suelta. Hoy los dioses nos facilitan las cosas. Tras preguntar en nuestro hotel si tendrán habitaciones para mas tarde y no pudiéndonos confirmar nada, nos dirigimos a la que fue nuestro primera guest house en Manila y que a la vez es nuestra mejor opción porque es una bonita casa antigua con un pequeño patio interior. Sorprendentemente y siendo primera hora de la mañana tienen ya dos habitaciones libres: una con ventilador y la otra con aire acondicionado que sin dar ni un suspiro nos apropiamos. Aunque caro, ya tenemos alojamiento para todos. Dada la situación, hoy vuelve a ser día de traslado. Hacemos las mochilas, cambiamos de hotel y una vez en la GH el dueño nos informa de que como hacemos el check-in a las 9, el check-out tendra que ser a las 9. Empezamos la negociación y finalmente accede a que el check-out sea al mediodía, aunque haciéndonos este “favor” parece que nos este regalando su alma. Con todo echo, solo nos queda ir al aeropuerto a recoger a los suegros y como tenemos tiempo, decidimos ir andando hasta la Terminal 3 que es la mas próxima a la ciudad y de allí coger el shuttle bus hasta la terminal 1. Tardamos unas 3 horas en llegar a la terminal 3 donde desfallecidos nos comemos las hamburguesas que llevábamos para comer. El primer shuttle bus sale lleno y tenemos que esperar al siguiente, que sale media hora después. Por desgracia, la terminal 1 es la ultima y primero hemos de poner gasolina y hacer el circuito por la terminal 4, la terminal 2 y por fin, la terminal 1. Llegamos solo 10 minutos antes de que mis suegros aterricen y la siguiente sorpresa la tenemos cuando nos niegan el paso: solo pueden entrar en la terminal los pasajeros con billetes. Intentamos colarnos sin éxito y resignados nos dirigimos a la área de espera, donde a través de unas grandes pantallas se puede ver a los pasajeros que van desembarcando. Cuando hemos visto salir todo el avión, vemos a un par de turistas con una camiseta del 7-eleven camino de la salida y poco después aparece la suegra que esta “investigando”. El suegro no ha querido salir ya que la BM le dio la instrucción de no moverse hasta que ella apareciese. Gritamos como posesos para que la suegra nos vea. Con una sonrisa de alivio, va a buscar al suegro y por fin los 4 nos encontramos con nuestras camisetas del 7-eleven que la BM y yo nos habíamos comprado adrede para la ocasión. Abrazos, besos y muchos bla-bla-bla...... Mis suegros están muy blancos, parecen muertos vivientes. Han tenido un buen vuelo y la compañía los ha tratado muy bien. Que diferencia entre Singapour Airlines y KLM! Cogemos el bus hasta EDSA y allí el metro, donde hemos de pasar todos los controles de las mochilas y por fin llegamos a nuestra GH, que les parece “que esta bien”. Tras descargar las mochilas de las cuales sacan de todo (parecen el bolsillo de Doraemon: son unas mochilas tamaño bolso en las cuales llevan la ropa para todo un mes, 2 libros por cabeza de tapa dura, turrones de Navidad, fuets, chorizos, quesos y mantecaos y una farmacia al completo) y tomar una ducha, salimos a pasear un poco por Manila y nos acercamos hasta Rizal Park a ver el espectáculo. A la vuelta, cenamos en un puestecito callejero y como el día ha sido largo para todos, nos vamos a dormir tempranito.

Cuando llegan los suegros, les damos la sorpresa de recibirlos con nuestras camisetas del 7-eleven

Su primera cena, unos noodles con arroz en un puesto callejero
El espectaculo de luz y sonido en Manila sigue siendo impresionante.

Disfrutando en Rizal P:ark






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