lunes, 25 de febrero de 2013

23-01-2013 De Manila a Puerto Princesa

Nuestro avión sale a las 16 horas, por lo que tenemos tiempo de hacer las mochilas y prepararnos tranquilamente. Como ayer en el McDonalds no pudimos hacer el checking on line para nuestro vuelo de hoy, preferimos ir tempranito hacia el aeropuerto y comprarnos unas hamburguesas para comernos tranquilamente allí. Para ir al aeropuerto, hemos de coger el metro, que como siempre en esta ciudad es una tortura: están en alto, nos tienen que inspeccionar las mochilas una por una y va hasta los topes. Después del metro, mas escaleras, pasillos, escaleras de nuevo y por fin, llegamos hasta el shuttle bus. Por suerte hoy el vuelo lo tenemos en la Terminal 3, con lo que no hemos de hacer transbordo. Llegamos al aeropuerto con tiempo de sobras para hacer el checking y comernos las hamburguesas antes de subir al avión, que como es de Cebu Pacific Air (primo hermano de Ryanair) no nos entra ni un vaso de agua. El vuelo sale con retraso y mal tiempo, por lo que llegamos a Puerta Pincesa casi de noche. La suegra se lo pasa muy bien en el vuelo, por las vistas y sobre todo por el aterrizaje, que se realiza casi sobre el mar (no porque hubiese ningún problema, sino porque la pista es pequeña. El aeropuerto esta a solo a 2,5 km de la ciudad, pero los triciclos nos quieren cobrar una fortuna y como somos así, con las mochilas en los hombres empezamos a andar hacia Puerto Princesa, hasta que conseguimos un triciclo honrado que nos lleva hasta donde queremos. Con lo que no contábamos, era con llegar tan tarda y con que todo este lleno. No nos queda mas remedio que separarnos: la BM se va de expedición mientras yo vigilo que los suegros no se fuguen. La BM regresa a la hora, sin ninguna opción: todo esta lleno. Se vuelve a ir y aparece una familia que se ofrece a ayudarnos y nos informa de que es peligroso andar solos por la ciudad a esa hora. Nos ponemos nerviosos porque no sabemos donde esta la BM.... Al cabo de un rato aparece, ha encontrado un alojamiento caro, pero nuevo y bonito. La familia se ofrece a llevarla en coche a otra guest house a ver si hay habitaciones mas económicas, pero también esta llena. Al final, la BM visita una guest house que la familia conoce, pero es tan cara como la que ella ha encontrado y de peor calidad. Con solo una opción, vamos hasta las guest house que nos encanta a todos: es totalmente nueva, bonita, bien decorada, muebles a estrenar y con wifi! Felices como perdices, nos duchamos y como es tan tarde y estamos cansados, nos comemos unos fuets y unos trozos de queso que han traido los suegros y nos retiramos a disfrutar de nuestras respectivas habitaciones.

En la sala de estar de nuestra guest house en Manila

Por fin en Puerta Princesa!




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