lunes, 25 de febrero de 2013

20-01-2012 Manila

A las 3:55 llegamos a Clark. Somos el único vuelo que llega a esa hora, hasta las paradas que venden billetes de bus a Manila y la oficina de cambio esta cerrada. Pasados los controles lo primero que hacemos es desayunar, aunque sea temprano ya tenemos hambre. Con el estomago lleno, la BM “investiga” donde cambiar dinero. En la terminal de Salidas hay una oficina de cambio abierta, pero solo pueden entrar los pasajeros con billete para coger un vuelo. Tras una pequeña “charla”, la BM se salta el control y regresa con unos cuantos pesos frescos. Nos dirigimos a la puerta del aeropuerto. El guardia nos informa de que no habrán jeepneys hasta las 8, por ser domingo. Pero tras ver pasar un par de jeepneys decidimos salir a la carretera y subimos en el siguiente, que no tarda en pasar y nos deja en Clark ya fuera del área militar. La distancia hasta la estación de buses la hacemos caminando y allí cogemos el siguiente bus hasta EDSA, en Manila donde nos subimos al metro hasta nuestro barrio. A partir de aquí, empieza nuestra odisea: hay que encontrar una habitación para nosotros para esta noche y dos habitaciones para mañana y pasado mañana para mis suegros y nosotros. Hasta las 12 no superamos la primera fase: encontrar nuestra habitación (por suerte, nuestra ya conocida mini-room) y la segunda fase, no la superamos en todo el día: los hoteles no nos saben decir si mañana tendrán habitación o no, y no nos imaginamos a mis suegros durmiendo en una cama individual encajada entre 3 paredes, sin ventana ni ventilación. Sobre las 17 nos damos por vencidos, hasta mañana no sabremos nada. Así pues, como no hay nada que podamos hacer por el momento, nos dedicamos a la siguiente labor: cambiar dinero, en la cual invertimos una hora. Con los bolsillos llenos de pesos llenamos los estómagos y nos vamos hasta Rizal Park a disfrutar de nuestro espectáculo favorito: las fuentes de luces, fuego, colores y música. Tras la cena, volvemos a nuestra mini-room, que esta vez nos parece bastante decadente, ya que el hotel esta en plena reforma y hay escombros por todos sitios.

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