lunes, 15 de septiembre de 2014

09-09-2014 De Chezchaouen a Meknes

Nos levantamos a las 6, sin tener todavía claro cual va a ser nuestro próximo destino. El plan inicial, era ir a Meknes, pero ayer descubrimos que estábamos a solo una hora de Tetuan, un destino que a la BM le llama la atención. Con las mochilas a cuestas y cuando todavía están colocando la calle, salimos del hotel. Si giramos a la izquierda, vamos hacia la parada de taxis compartidos para ir a Oussane, des de donde deberemos coger el bus a Meknes. Si giramos a la derecha, iremos dirección a la estación de buses para ir a Tetuan. Salimos y decidimos ir a Tetuan, pero al llegar a la esquina recapacitamos, ya que ir a Tetuan nos va a alejar demasiado de nuestra ruta. Damos la vuelta y nos dirigimos a la parada de taxis, pero al llegar delante de nuestro hotel, dudamos de nuevo y giramos dirección a la estación de buses. Repetimos este baile durante 15 minutos, hasta que al final sucumbimos a la tentación y decidimos seguir nuestra ruta. Al llegar a la parada de taxis, intentamos negociar el precio. El conductor se enfada con nosotros de tal manera que cuando aceptamos el precio que els nos daba (que era el real) no quiere dejarnos subir al taxi. Gracias a la intervención de otro marroqui, acaba aceptándonos en el taxi. Somos 4 pasajeros, pero para que el taxi salga, hemos de ser 6 (dos van delante, en el asiento del copiloto y 4 detrás). Acostumbrados a Asia, nos sentamos pacientemente a esperar. Esperamos casi media hora, hasta que llega otro pasajero y uno de los senyores, que parece que tiene prisa por salir, decide pagar dos pasajes.
Oussane esta a solo una hora y nos plantamos allí en un plis plas. Sin problemas, cogemos el bus con destino a Meknes y sobre las 13 horas, estamos en destino. La estación de buses de Meknes esta muy céntrica y nos resulta fácil llegar a la zona turística y de alojamiento, donde yo me quedo con las mochilas y la BM va a buscar hotel. Lo encuentra rápidamente, y nos instalamos, quedándonos toda la tarde para pasear. La medina de Meknes es mucho mas pequeña que la de Fez, nos resulta fácil orientarnos y pasear entre sus callejuelas. Nos parecen increíbles las puertas de entrada a la Medina, son espectaculares... Paseamos por el mercado, nos tomamos unos zumos de canya y averiguamos donde tenemos que coger el bus manyanaa. Tenemos previsto ir a visitar las ruinas romanas de Volubilis, Patrimonio de la Unesco, y sabemos que hay autobús hasta la ciudad de Moulay Iddriss, que queda a solo 5 km de las ruinas. Una vez tenemos la lista de deberes completa, cenamos y nos quedamos un rato en la plaza central de la ciudad, donde hay todo tipo de espectáculos (encantadores de serpientes, vendedores de ungüentos varios, concurso de malabarismo de fútbol.... etc. Cuando ya no podemos mas, decidimos retirarnos a descansar, no sin antes pasar por la habitación del vecino de al lado para recordarle que no esta solo en el hotel y que su mobil no es una discoteca. Sin mas percances, cerramos los ojos a la espera del nuevo día.

Nuestro taxi colectivo, en el que nos hemos de acomodar 6 personas mas el conductor.



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