sábado, 20 de septiembre de 2014

19 y 20/09/2014 Merzouga

Para intentar aprovechar los días antes de que aparezca el viento, utilizamos una estrategia: poner el despertador antes de que salga el sol, para estar en las dunas a las 7 y gozar de ellas. El primer día, el plan sale perfecto y subimos la “gran duna” pudiendo disfrutarla desde todos sus ángulos, incluso vemos a un grupo de turistas hacer lo mismo que nosotros pero “guiados”. Desde la gran duna también vemos las caravanas de camellos de la gente que vuelve de pasar la noche en el desierto. Sobre las 11 volvemos a estar en el hotel, ya que el viento aparece y se nos mete por todos los orificios, obligándonos a caminar con los ojos achinados.. Dormimos una pedazo de siesta, comemos y pasamos la tarde oyendo soplar el viento y observando como las dunas se desplazan. Sobre las 18 horas, volvemos a “la calle” y nos encontramos con Said, que hoy tiene fiesta y quiere invitarnos a comer cous-cous a casa de un amigo (plato que todavía no hemos provado por que solo se sirve los viernes y nunca nos coincide en algún lugar donde lo cocinen). Por desgracia, su amigo, que hace su aparición en unos minutos, se ha terminado ya el cous-cous, por lo que nos despedimos y nos vamos a tomar nuestra sopa predilecta, acompañada de un par de huevos duros.
El segundo día, todavía lo aprovechamos mas por que el cielo esta nublado y nuestra incursion a las dunas dura hasta la hora de comer. Por nuestra expedición por el Sahara, nos encontramos con las caravanas de camellos y lo mas curioso, un grupo de turistas franceses, equipados como si fuesen a escalar el Everest (botas de montaña, palos de trecking, mochilas, polainas.... etc) cuyo destino es simplemente la Gran Duna donde estuvimos ayer y a la que subimos descalzos... También encontramos camellos descansando, a los que hacemos fotos. Cuando el hambre aprieta, regresamos a “casa”, no antes sin pasar por el pueblo a aprovisionarnos. Llegamos en el momento en que empieza la lluvia, comemos y sin hacer la siesta, aprovechamos para actualizar el blog y hablar con el otro único huésped de nuestra pensión.
Por la tarde, después de una pequenya siesta salimos a pasear un poco por el desierto (otra vez) y después investigamos un poco mas el pueblo y cual es nuestra sorpresa al ver que hay mas de una calle y no la única que nosotros conocíamos.....
Cuando nos cansamos de pasear, nos tomamos un te a la menta en la terraza, dejando que sea el mundo el que se mueva a nuestro alrededor. Sorprendentemente, el tiempo cambia y notamos el frío en nuestra piel. Adelantamos la cena (nuestra sopa harira) y regresamos al hotel justo antes de que empiece la tormenta, no solo de lluvia sino también eléctrica. El dueno nos informa de que para los próximos días se preveen lluvias.
Nos duchamos, preparamos las bolsas y vamos al sala de estar a finalizar el blog y navegar un poco por internet.
A las 21 horas estamos en nuestros aposentos, listos para acostarnos. 

Dunas del desierto

Mas dunas....

La Gran Duna

Estoy aqui!!!

Y la BM tambien!!!!

Dejando  nuestras huellas en el Sahara.

Calzado basico para caminar por el desierto.

Simpaticos modelos.

Tienda bereber con sus "vehiculos" a la puerta.

Y como no podian faltar: clasica imagen de palmeras en el desierto.

No todo es arena, tambien vemos algo de vegetacion.

Caravana de turistas en el Sahara.

Reloj solar?

Mas y mas dunas.....

Asi tenemos los pies la BM y yo, aun desalzos parece que llevemos calcetines blancos!

Y no me canso de andar.....

... y andar.....

.... y disfrutar de las vistas.....

Mientras, la BM prefiere realizar nuevas amistades.....

Y se acaba haciendo gran amiga de este camello.

Al fondo, el "pueblo" de Merzouga.

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