A
las 07h estamos en pie, desayunamos nos arreglamos, dejamos los 2
bultos que no necesitamos a la “mama” y caminamos hasta el centro
aprovisionarnos para los 3 días restantes. Mientras la BM hace las
compras yo chequeo en la aplicación la distancia que hay hasta el
inicio del trekking, para mi grata sorpresa son 5km en llano, no hará
falta coger ningún taxi ni caer en ninguna encerrona, en contra de
lo que dicen todas las agencias. En cuanto se lo digo a la BM se pone
la mar de contenta, así que un trecking de unos 18km se convertirá
en unos 23km, pero como son las 08:30h, vamos bien de tiempo y de
fuerzas.
Todo
va bien mientras llaneamos, pero en cuanto aprieta el sol, la calor
y empieza la subida a la BM le faltan las fuerzas, tengo que ir
animándola constantemente y vamos avanzando pero no al ritmo
esperado. Tenemos que cruzar un río y para ello hemos de
descalzarnos, el agua baja helada y los pies rápidamente se ponen
morados, y aunque duela hemos de cruzarlo rápidamente, pero lo peor
es cuando salimos del agua, es cuando la sensación de dolor aumenta
a niveles insospechados.
Según
la aplicación vamos por la mitad de camino y la mitad de desnivel (
en total 1100m de subida).
A
estas alturas yo tampoco voy sobrado de fuerzas, me falta el aire y
la alergia que va a más ( nariz taponada, cosquilleo y moqueo ) pero
la BM va peor que yo y no dejo de animarla. Cuando creo que hemos
llegado resulta que aún no y lo peor nos toca el tramo final, es
decir una subida de aúpa. Aquí nos vamos animando uno al otro
porque yo voy muy justo de fuerzas.
Al
final llegamos a la cima, pero las vistas no son las esperadas y las
yurtas no se ven por ningún lado. Esto hace que saquemos fuerzas de
no se donde y nos pongamos modo “aquí estamos”. Nuestro andar se
convierte casi en un trote y un grupo de mochileros que teníamos
delante se ve obligado a poner pies en pólvora, ya que les comemos
terreno a marchas forzadas. Como era de esperar las yurtas están al
otro extremo del lago y la BM y yo estamos al 200%.
Los
cuatro mochileros llegan a las primeras yurtas justo antes que
nosotros, pero están llena y a pesar de que nos ofrecen dormir con
ellos el precio no me parece el correcto y decidimos ir a por las
segundas yurtas. Durante el camino avanzamos a las dos parejas, que
como mínimo han de ser soviéticos o nórdicos, pero nuestro paso no
lo pueden seguir. Justo antes de llegar a la segunda yurta hemos de
salvar un río, por fortuna para nosotros un jinete se ha ofrecido a
ayudarnos. Mientras, yo lo cruzo como puedo pero una vez en la otra
orilla me doy cuenta que la BM sigue allí, la pobre se ha resbalado
del caballo y afortunadamente no se ha hecho nada. Se descalza pero
el agua baja helada, yo voy a ayudarla, pero tras cogerle las botas
decide volver a la orilla y que yo vaya a negociar un lugar donde
dormir. A todo esto, han aparecido las dos parejas y el “macho
alfa” cruza el río sin quitarse las botas (deben estar tan
desesperados como nosotros) y a mi pesar llega antes que yo, pero al
ser cuatro la señora no tiene alojamiento para todos así que me
toca a mi, y a pesar que es casi de noche, estamos exhaustos y no
tenemos alternativa, negocio el precio como Dios manda y no solo eso
sino que hago que el jinete vaya a buscar a la BM y me la traiga sana
y salva.
Dormiremos
en la misma yurta que la familia, pero antes hemos de esperarnos que
los huéspedes franceses coman, y luego las dos parejas, la verdad es
que no tenemos ni fuerzas para nada, sólo disfrutamos de las vistas
y de todas las sensaciones que nos produce el cuerpo, que por cierto
no son muy agradables.
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Subiendo al lago, un desnivel de 1500 metros en total |
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Por el camino nos toca sortear obstáculos y cruzar un río |
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Poco a poco vamos subiendo |
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Las vistas mejoran con las alturas |
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No estamos solos en el camino |
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Por fin!! LLegamos al lago!!! |
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Al fondo, nuestra "casa" para las próximas dos noches |
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La BM, saliendo de "casa" |