martes, 18 de julio de 2017

16/07/2017 de Karakol a Altyn Arashan

A las 07h estamos en pie, hoy que tenemos que hacer cosas. Me cuesta levantarme, desayunamos y mientras la BM termina de cerrar las mochilas y dejar en la guesthouse lo que no necesitamos yo voy a buscar un par de Kebabs para la cena de hoy. Como es domingo esta todo cerrado a pesar que el chaval ayer nos prometió que estaría abierto a partir de las 08h, por mas que busco no encuentro nada abierto, hasta que al final se me enciende la bombilla y voy a probar suerte en la zona de mercado de comida. Para mi fortuna encuentro un restaurante abierto, me preparan la comida para llevar pero me da la impresión que el hombre me cobra de más, pero me tengo que callar porque no tengo alternativa, aunque noto como mi vísceras me piden sangre.
Finalmente llego a la guesthouse con la cena del día, la BM me esta esperando y todo está preparado para marcharnos, nos cargamos las mochilas (que pesan como nunca) y caminamos hasta la esquina a coger el bus hasta el principio del camino. El del bus creemos que nos ha vuelto a cobrar más de la cuenta pero cuando la BM me lo comenta el autobús ya ha marchado ( mis vísceras están a punto de dar un golpe de estado).
Empezamos a andar sin tener muy claro si empieza el trekking donde nos ha dejado el bus o hemos de coger otro bus hasta otro punto, pero como las vísceras están en pie de guerra, la BM y yo decidimos ponernos a caminar.
El primer kilómetro por asfalto la verdad que no es nada bonito, pero una vez llegamos al camino de tierra la cosa mejora exponencialmente. Buena parte del recorrido transcurre por el lado del rio, pero este baja tan bravo que en vez de oír su murmullo sólo oímos sus bramidos. Más de la mitad del recorrido lo hacemos entre montañas, sintiéndonos muy pequeños y a la vez muy afortunados de hacer este trekking, no entendemos porque a la gente no le gusta esta parte el trekking cuando a nosotros nos parece increíble.
Las mochilas pesan como muertos, con todo el tiempo que llevamos por estos mundos aún no hemos aprendido hacer una mochila como Dios manda y sólo poner lo imprescindible, la próxima vez juro y perjuro que todos “los por si acaso” se quedan en casa y no en mi espalda. Pero a pesar de todo, vamos bien. La cena se va a convertir en comida porque a la BM le vienen los buenos olores de esta, y cuando ya estamos más o menos a medio camino y encontramos un puentecillo con una mesa y sillas de madera, decidimos escuchar las señales y pararnos a comer. Como la vida es justa, donde te quita una cosa te da otra y en esta ocasión un guía que estaba recogiendo la mesa y le ha sobrado una lata de sardinas y un melocotón de sus comensales decide regalárnoslo, y nosotros que somos muy agradecidos aceptamos su ofrecimiento.
Nos levantamos de la mesa con más barriga que espalda, la mochila no ha bajado de peso ni un gramo y yo he ganado unos cuantos centenares. Las mochilas parecen pesar más de la cuenta y tengo la sensación que me voy a caer de espalda, pero como la vida es una guasa y esta aún no había llegado, el tramo final que nos espera es casi todo pendiente arriba, pero cuando digo arriba, me refiero arriba.
Pero al final conseguimos llegar, las vistas son bonitas pero no tengo claro si son por sí solas o porque veo el final del túnel. Como no podía ser de otra manera nuestro alojamiento es el más lejano. Una vez en él lo primero que hago es descargarme del sobrepeso, estirarme en la cama y darle reposo a mi espalda.
A las 17h la BM me despierta (me he quedado KO), nos ponemos los bañadores y vamos a buscar las aguas termales que hay al lado del rio.
El camino hacia estas es increíble, es una alfombra de flores de colores. En el primer baño termal que encontramos nos instalamos, y que bien se está, realmente esto sí es vida.
Tras el baño volvemos a la guesthouse, cenamos y tras tomarnos una taza de café, nos vamos a dormir que si hoy ha sido duro mañana aún lo será más, son 10 km de subida con un desnivel de 1500m y por supuesto luego hay que bajarlos, y si esto fuese poco la BM no se ve con muchas fuerzas.

Sobre las 21h nos vamos a dormir que mañana a las 05h nos suena el despertador.


Inicio de nuestro trecking

Puente para cruzar el río

Todo está lleno de flores

Por el camino paramos a comernos lo que era nuestra cena

Preciosas vistas para nuestros ojos

Todo el camino transcurre al lado del río

De vez en cuando, un pequeño descanso


Por fin vemos al fondo Altyn Arashan

Las vistas son increibles

Altyn Arashan

De recompensa, unos baños termales

Alfombra de flores



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