Ha
sido una noche muy, pero que muy larga. Para empezar, hemos pasado
frio. Hoy han debido bajar las temperaturas considerablemente y en
segundo lugar, el marido de la señora ha llegado a las 02h de la
mañana borracho como una cuba, hablando a voces y haciendo ruido y
hasta que la señora no ha apaciguado las aguas, bien bien a pasado
una hora. Lo único bueno es que he podido salir a vaciar mi vejiga,
no estaba seguro si los perros me dejarían o no, pero al estar los
amos fuera no hubo ningún problema, y como no hay mal que por bien
venga, en cuanto levanto la vista al cielo, puedo ver el cielo
estrellado e incluso la Vía Láctea. El frío no impide que me tome
mi tiempo. De vuelta al saco de dormir no sé en que punto deje de
tener frio y estar despierto, pero pude descansar algo.
Tras
el desayuno, el asearnos y pagar nuestras deudas, nos montamos las
mochilas, cruzamos el rio mojándonos los pies y emprendemos el
camino de regreso. Salir del lago y bajar el primer tramo nos lleva
su tiempo, pero luego el descenso se hace bueno y en este caso las
vistas buenas están de bajada.
Sobre
las 11:30h paramos a comer en medio de un prado lleno de flores.
Seguimos el descenso, cuando llegamos al punto que nos hemos de
descalzar para cruzar el río, nos encontramos a los belgas de
revista (jóvenes, fuertes y guapos) y caminamos con ellos un par de
horas. Van a buen ritmo y la BM habla hasta por los codos. Nos
separamos cuando ellos hacen el pit stop para comer pero nos vuelven
a dar caza cuando hacemos nuestra parada. El resto del trayecto hasta
la guesthouse lo hacemos juntos.
Una
vez instalados y aseados salimos a comer que con la tontería ya son
las 17h, la sopa de noodles con vegetales entra muy bien, tras casi
tres días a base de pan con queso y mortadela esto parece comida de
dioses.
Tras
la comida nos tomamos nuestro refresco en el “centro” del pueblo
y nos volvemos a encontrar con la pareja catalana con los cuales
hablamos un buen rato, hacemos alguna compra y nos terminamos
despidiendo cuando ellos van a cenar y nosotros regresamos a nuestra
guarida.
Una
vez en nuestra guarida surfeamos por la red, intento actualizar el
blog y ponerlo al día, pero el cansancio puede conmigo y sobre las
22h bajamos las persianas.
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Nos despedimos de Ainora, para empezar el descenso |
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Nuestro hogar de los últimos 3 días queda atrás |
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Bordeamos de nuevo el lago |
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Última mirada atrás |
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Manto de flores para el camino |
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Hacia abajo...... |
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La BM, que se ha olvidado de mi, va dándole a la lengua con los belgas |
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El último tramo se hace muy duro, con el lorenzo que aprieta, pero por suerte, ya estamos casi en el pueblo. |
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