A
las 07h estamos arriba, voy a comprar el desayuno y después cerramos
las mochilas, que no entendemos porqué, pero cada vez parece que
llevemos más cosas. Como sólo tenemos un par de horas, visitamos
los dos lugares más bonitos, nos metemos entre pecho y espalda dos
zumos de limón naturales y a las 10h estamos saliendo por la puerta
del hotel. Una vez en la parada del bus, nos indican que cojamos un
bus que no es el mismo que nos habían dicho cogiésemos
anteriormente...Tras 45 minutos de ruta turística llegamos a la
estación de buses, donde confirmamos billetes y esperamos hasta las
13h para subirnos en el nuestro.
El
viaje se hace largo, suerte que cada dos por tres pasa el carrito con
bebidas y café... Pero el conductor cada hora y pico le da por hacer
una parada, y no nos extraña que el viaje dure tantas horas, porque
con las autovías que tienen y los buses de primera, no es lógico
que tardemos tanto.
Cuando
se hace de noche la BM se queda KO enseguida, pero yo no puedo decir
lo mismo, al final por cansancio o aburrimiento o por las dos cosas,
eso nunca lo sabré, consigo dormir unas horas.
A
su hora el bus nos deja Denizli, donde hemos de coger un Dolmus
destino Pamukkale, antes la BM decide comprar los billetes de bus
hasta Estambul, la fecha de regreso está cerca y no queremos
sorpresas.
El
trayecto hasta Pamukkale dura lo previsto (increíble) y una vez en
el centro dejo a la BM con las mochilas y busco alojamiento para las
próximas noches, me lleva poco tiempo y encuentro una ganga en el
mismo centro.
Una
vez instalados, limpios y aseados salimos a verle la cara a la
zona... El lugar es súper turístico y la comida súper cara: el
doble o más del doble que en cualquier otro lugar de los que hayamos
estado hasta ahora, incluso los supermercados y la fruta...
Finalmente entramos en un sitio que parece local, donde nos hacen una
comida tamaño enano, por lo que decidimos que vamos a pasar a la
economía de post-guerra e ir a lo básico.... Lo básico incluye una
bolsa de patatas enfrente de las montañas de algodón, que pese a
haberlas visto en fotografías 1000 veces, nos sorprenden por lo
bonito de la vista. Hay un lago al pie de las mismas con decenas de
ocas que graznan descaradamente pidiendo comida y turistas que vienen
con barras de pan para alimentarlas. Nos sumamos al juego con el pan
que nos sobró de ayer. Damos la vuelta al lago, nos comemos las
patatas, damos otra vuelta.... Hace mucho frío y la BM cada vez está
peor de su resfriado....Queremos ver las montañas iluminadas de
noche, pero decidimos irnos a la habitación y regresar cuando ya sea
oscuro. Por fin hemos sacado la ropa de abrigo de la mochila y no nos
sobra nada... Mañana, que es cuando tenemos pensado entrar en el
recinto, tendremos que ir bien abrigados... Por suerte, la
habitación tiene una buena calefacción por lo que nos ponemos
calentitos esperando que se haga de noche, para volver a salir.
Mientras
nos ponemos cómodos, cenamos y actualizamos el blog. Sobre las 20h
salimos a ver las montañas de algodón iluminadas, pero la verdad
que lo encontramos soso, iluminación blanquinosas sobre blanco, no
duramos ni un minuto y eso que casi no hace frío.
Ya
con todo hecho, nos relajamos más si puede, cogemos nuestros ebooks
y con ellos hasta las puertas del sueño.
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Estación de buses de Diyarbakir |
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Nuestro bus... |
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Dentro del bus, empezamos el viaje... |
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Yo posando e inmortalizando el momento.... |
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Lago enfrente de las montañas de algodón |
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Lo habrán preparado para la BM???? |
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Ocas esperando a los turistas.... |
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Montaña de algodón |
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La BM también se quiere inmortalizar |