Nos
levantamos con lluvia y con niebla... Aunque tenemos la montaña
blanca justo delante del hotel, casi ni se distingue... Nuestros
planes para hoy era pasarnos el día contemplando esta belleza
natural leyendo un libro junto al lago, así que la situación exige
un cambio de planes. Holgazaneamos en el hotel todo lo que nos
permiten (a las 12 hay que dejar la habitación) y una vez la
dejamos, vamos a comer alguna cosa antes de coger el bus a Denizli,
ya que aquí no pintamos nada... Sigue lloviendo.... Cogemos el
dolmus y antes de las 13 estamos en Denizli. Nuestro bus no sale
hasta las 22 horas y no sabemos qué hacer. Preguntamos en la
compañía con la que viajamos si nos pueden guardar las mochilas,
pero nos envían a la consigna. Como sigue lloviendo y tampoco vamos
a estar mucho rato paseando, decidimos ponernos los chubasqueros y
llevarnos las mochilas con nosotros. Paseamos cerca de una hora y al
lado de la estación encontramos todo lo que necesitamos: tiendas de
recuerdos y supermercados. Regresamos a cobijo porque la lluvia no
para. Las horas se hacen eternas.... La BM sobre las 18 sale otra vez
a pasear y comprar provisiones, mientras yo me quedo con las
mochilas. Vuelve con algunas cajas de dulces, unas patatas, unas
bebidas y unos kebabs. Merendamos-cenamos y seguimos esperando...
Cuando por fin son las 22 horas, salimos al andén, pero el bus no
aparece. Preguntamos en la compañía y nos dicen que viene con
retraso de media hora. A la media hora volvemos a preguntar y nos
dicen que en 10 minutos... Finalmente, a las 23:10 llega el bus.
Estamos cansados y aburridísimos... Nos sirven un café y una
pastita. Nos ponemos a dormir, rezando por llegar pronto a
destino....
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