Hemos
dormido como bebés, y según las previsiones la lluvia no llega
hasta el mediodía, así que vamos a aprovechar el día.
Primero
vamos a la parada del bus que mañana nos llevara al aeropuerto para
confirmar horarios y precios, después la BM decide llenarse el buche
con una sopa local, yo estoy lleno y no me entra nada más. Y
siguiendo con el plan del día previsto caminamos hasta el gran
bazar, donde nos acercamos hasta los cambistas para saber la ratio
lira-euro, no cambiamos aún porque no sabemos cuanto necesitamos
para el día de hoy, o dicho de otra manera, aún no sabemos cuanto
pensamos gastarnos.
No
pasa ni media hora que encontramos una tienda al por mayor donde
hacemos las compras, ahora sólo nos queda relajarnos, incluso
cambiamos el dinero que nos sobra y nos dejamos un remanente para el
día. Todo nos esta saliendo a pedir de boca, ya es mediodía y mi
estomago reclama comida, obligándonos a dejar el bazar e ir al local
donde hacen unos bocadillos de pescado buenísimos, yo me zampo dos,
la BM sólo uno.
Empieza la lluvia, no muy fuerte
pero lo suficiente para que nos pongamos los chubasqueros, esta tarde
tenemos pensado ir a la zona real. El tiempo no mejora y la lluvia va
ganando intensidad, nos da el tiempo justo para ver por fuera la
mezquita azul y el museo Sofia. Incluso nos tenemos que cobijar
debajo de un toldo para no quedar empapados, los chubasqueros hacen
agua por todos sitios. Como la lluvia no afloja decidimos tomarnos un
té y hacer tiempo, pero la cosa no pinta bien, al final afloja un
poco y volvemos a nuestra zona como podemos, llegamos empapados, pero
no es suficiente para que volvamos a nuestra guarida, primero es lo
primero, o mejor dicho, la cena que nos vamos a dar por ser el último
día.
La
cena está a la altura de las circunstancias, nuestros estómagos nos
lo agradecen.. pero la lluvia no sólo no afloja sino que a ido a
más, y cuando ya estamos a punto de volvernos a la
habitación-discoteca para de llover, ni nos lo creemos, tenemos
fuerzas y ganas para continuar mirando e incluso nos compramos un
souvenir para nosotros.
Cuando
la lluvia vuelve hacer su aparición y viendo la hora que es, no nos
queda otro remedio que volver a la guarida, para hacer las mochilas y
dejarlas listas para mañana, tomarnos un café e irnos a dormir con
una sonrisa en la cara.
Torre Galata |
Disfrutando de la terraza de un bar del Gran Bazar |
La BM en el Old Bazar |
Refugiandonos de la lluvia mientras tomamos un té |
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