domingo, 11 de noviembre de 2018

11/11/2018 Diyarbakir


Nos levantamos ilusionados por el desayuno, seguro que es mejor que en los demás sitios que hemos estado, pero cuando llegamos al comedor, nuestro gozo en un pozo negro y hondo. El desayuno, consta de pan, aceitunas negras, queso y tarrinas individuales de mantequilla, nocilla y miel:ni huevos ni verdura ni café con leche sólo té.
Pero como la hambre nos puede, no le hacemos feo a nada. Además el señor del hotel nos trae una pasta de hojaldre rellena de queso, que da un poco de vidilla al triste desayuno. Cuando ponemos los pies en la calle, estamos casi solos, la ciudad sigue durmiendo, desde luego aquí la palabra madrugar la desconocen. Hoy vamos a explorar la muralla, y nos recorremos la mitad de ella, o dicho de otra manera caminamos unos 3 km por su base exterior, llevándonos por paseos y parques bonitos y también por la zona más pobre, donde tenemos suerte que aún están durmiendo, sino dudo mucho que salgamos con todo lo que entramos. Llegamos a un mercado de frutas, donde unos chicos me “raptan” un rato y me utilizan como fotógrafo personal, quedamos en que enviaré las fotos por la noche por whatsapps. Caminamos un rato por encima de la muralla, pero esta parte no la disfruto nada y suerte tengo que la BM se cansa y prefiere ir por la base.
Tras más de dos horas de trekking por la muralla, decidimos que por hoy ya hemos tenido bastante y volvemos al monte, o dicho de otra manera volvemos a callejear, donde visitamos 2 mezquitas más y acordamos que mañana visitaremos la iglesia ortodoxa de pago, porque todo lo que vemos nos parece espectacular.
Para refrescarnos nos tomamos 2 vasos de zumo de limón natural., y a partir de aquí ya bajamos el ritmo y nos dedicamos a disfrutar del ambiente de la ciudad, aunque no nos olvidamos de visitar el centro cultural donde los ancianos cantan canciones locales, para nuestros oídos es demasiado, y no duramos más de cinco minutos..
Como la BM tiene hambre salimos a la caza de comida, pero terminamos volviendo al mismo local de ayer, es la apuesta más segura. Mientras paseamos la BM no para de recoger cafés de muestra que regalan.
Ayer le prometimos a un tendero de alfombras que regresaríamos a su tienda para que pudiera practicar su ingles, cumplimos con nuestra promesa y nos sentamos con el hombre una media hora mientras tomamos el té. Con él hablamos un poco de la situación de los kurdos en Turquía y cómo la palabra Kurdistan está prohibida en la zona. Eso explica tantos coches-tanque policía por todas partes....
El resto del día sólo paseamos sin más y cuando llega la hora regresamos al hotel para cumplir con nuestras obligaciones. 

Coche policía turco

Paseando por la muralla

Detalles de mezquita

Hombres kurdos

Ambiente en la calle, que siempre está muy animada

Traje típico kurdo

La BM, andando por la parte superior de la muralla

Mezquita

Dulces turcos.

A la puesta de sol, en nuestro rincón favorito.

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