Hoy
nos hemos levantado con lluvia y la previsión del tiempo no pinta
nada bien... Aún así, decidimos irnos de excursión a la ciudad de
Harran, donde hay unas casas colmenas típicas del norte de Siria y
las únicas que hay en Turquia. Como nos hemos levantado tarde y en
este hotel no nos entra desayuno, antes de empezar la aventura
tenemos que aprovisionarnos. Nuestro primer intento es comprar unas
pastas en la pastelería de la planta baja del hotel, operación que
abortamos ya que nos piden por ellas el presupuesto de dos
comidas.... El segundo intento es un restaurante local, donde sólo
sirven desayuno turco, del que ya estamos un poco cansados...
Decidimos ir hasta la parada del bus y ver que encontramos por el
camino. Y por el camino encontramos un restaurante donde sirven
sopita de lentejas, que con el frescor del día entra muy bien. Nos
pedimos una sopa para cada uno y un plato que tienen fotografiado en
la pared y que tiene una pinta estupenda. Todo mejora cuando nos
sirven y la comida no solamente pinta bien, si no que sabe mejor...
Con los estómagos llenos y con ayuda de la gente, conseguimos
encontrar la parada del bus que nos debe llevar a la estación de
buses y tras unos minutos, este aparece. Llegamos a la estación y
buscamos el dolmus a Harran, que encontramos sin problemas. Sólo
somos nosotros y el conductor. A las 11 en punto, salimos de la
estación y vamos a la “caza” de pasajeros, pues parece ser que
con nosotros dos, no da para ir a destino.... Tras media hora de
conducción en punto muerto y en primera y habiendo recogido sólo a
un pasajero más, el conductor finalmente enfila hacia Harran. Unos
50 minutos después, estamos allí. Nos esperan en la parada una
amable conductor de taxi y un guía que se ofrecen a acompañarnos.
Nosotros, también muy amables, les decimos que no hace falta. La
ciudad colmena se encuentra a sólo 5 minutos andando, al otro lado
de la colina donde estamos. Cubiertos por nuestros chubasqueros,
subimos la colina y desde ella nos hacemos una idea de cómo debía
ser la ciudad. Hay más de 4 km de murallas y piedras por todas
partes... una mezquita enorme en ruinas... y al otro lado, las casas
colmenas. Llegamos a ellas y nos sorprendemos porque hay un conjunto
de casas, totalmente abiertas y amuebladas para que los turistas
podamos visitarlas. Y lo más sorprendente es que nadie nos cobra
ninguna entrada..... Todo resulta muy curioso. Por dentro, las
“colmenas” están conectadas por arcadas unas con otras y podemos
ver cómo se vivía dentro de ellas. Es como si fueran un cortijo.
Todo lo que vemos está a la venta, nos informan. Nosotros estamos
fascinados haciendo fotos y como llegan otros grupos de turistas con
más ganas que nosotros de abrir las carteras, pronto nos dejan
pasear a nuestro aire. Cuando salimos del recinto, vemos las ruinas
de un impresionante castillo y varios grupos de casas colmenas más.
Entramos en otro que también tiene todo a la venta, aunque este no
ha amueblado la casa... Y en otros donde no hay nada de nada, sólo
las casas abiertas.... Nos paseamos hasta que la lluvia es demasiado
intensa para continuar al aire libre. De regreso a la parada de
dolmus, pasamos por un mirador para ver los restos de la mezquita y
nos parece una imagen sobrecogedora. Realmente, Harraz, donde vivió
Abraham, debió ser una ciudad muy importante... Llegamos al dolmus
chorreando agua por todas partes, nos subimos en él y en 45 minutos
nos plantamos en Sanliurfa. Gracias a la aplicación maps.me, que
descubrimos el año pasado en Uzbequistan, le decimos al conductor
donde dejarnos y puesto que estamos en la esquina del local donde
hemos desayunado esta mañana, decidimos entrar a comer. Pedimos dos
platos de “albondigas”, las cuales nos sirven con un montón de
aderezo, un delicioso y crujiente pan y una ensalada de tomate,
pepino y perejil aderezada con zumo de granada que no tiene
desperdicio. Literalmente, nos hinchamos a comer... y cuando nos
dicen el precio, ni nos lo creemos: 15 TL (unos 2 euros y algunos
céntimos). Decidimos irnos al hotel, a secarnos un poco y una vez
allí, como sigue lloviendo, nos tomamos un café y descansamos.
Finalmente, cuando vemos que la lluvia se relaja, decidimos bajar al
centro espiritual a tomarnos un delicioso y enorme batido de frutas
con miel por 2 TL (menos de 30 céntimos) y darnos una vueltecita,
pero supongo que los turistas deben estar recogidos en el hotel,
porque no hay demasiado ambiente. Decidimos volver al hotel y por el
camino, paramos en una pastelería para probar uno de los dulces
típicos.
|
Desayuno. |
|
Recinto de casas-colmena |
|
Interior (sala de estar) |
|
Interior |
|
Interior - Habitación |
|
Interior - Cocina |
|
Nosotros, felices de estar aquí |
|
Interior - Sala de estar |
|
Objetos tradicionales |
|
Restos de la antigua ciudad, dentro de las murallas y de su mezquita |
|
Ñam, ñam, ñam.... Nuestra comida de hoy. |
|
Que aproveche! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario