Nos levantamos con ganas y en menos que canta un gallo nos plantamos en el comedor! Hoy volvemos a pasar mas de una hora desayunando y aprovechamos para “rellenar” nuestra mochila con parte de las exquisiteces del buffet. Con los estomagos llenos, vamos a la oficina del ferrys a comprar los billetes a Mandalay. Como los billetes son para cubierta, nos aconsejan que compremos mantas chinas. El viaje, según la guia, dura un dia y medio y según los oficiales, 3 dias y dos noches. Pasamos mas de dos horas mirando y negociando precios para mantas chinas, pero al final, rompiendo toda logica nos compramos dos mantas 100% algodón del pais super-chulas. Regresamos al hotel, recogemos nuestras cosas y a la hora de pagar nos sorprenden con una bolsa de picnic, con un bizcho, un huevo duro, una manzana, una madalena y una botella de agua de litro para cada uno. Nos deben haber visto muy magros... Caminamos hasta el embarcadero y una vez alli no vemos ningun ferrys. La gente local nos quiere hacer subir a una lancha, pero nosotros no lo vemos claro, hasta que llega otro turista que si se sube y tras preguntarle nos explica que como estamos en epoca seca y practicamente no hay agua, el ferrys no puede llegar hasta el embarcadero y por eso hay que ir en lancha. Sobre las 14 horas estamos en el ferrys. Nuestras experiencias de navegacion por Indonesia nos sirven aquí a la hora de elegir zona, atrincherarnos y marcar territorio. Supuestamente el ferrys tiene que partir a las 15 horas, pero como lo estan cargando con todo tipo de mercancias y todo lo hacen manualmente los hombres, no salimos hasta las 18.30. A las 19 horas, como ya es de noche, el ferrys atraca en una orilla del rio, en medio de la naturaleza y a las 20h nos apagan todas las luces, así que, sin nada mas que hacer, dormimos.
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