Todos los dias nos levantamos a las 7 h (esta vez no estamos interesados en ver la salida de sol des de ningun templo). Desayunamos y cogemos nuestra bicis, alquiladas en la misma guest house. Durante estos 4 dias nos empapamos de los templos, disfrutando de las vista que podemos contemplar des de sus terrazas. Vemos infinidades de Budas y pinturas, algunas muy antiguos, otros restaurados... Como estamos en epoca seca y los caminos son de tierra (exceptuando las carreteras principales) tragamos mas polvo del deseada y sobre el mediodia nuestra piel esta recubierta de varias capas de este. Compramos varios recuerdos para nosotros: 3 figuras de madera de teca y 4 pinturas. Cada dia vemos la puesta de sol des de un sitio distinto: son impresionantes por dos razones: primero por las vistas y la luz tenue que hay a estas horas, que hace que se formen unos colores impresionantes en el cielo y que nos permite contemplar el resto de templos sin achinar los ojos y segundo, por que los turistas japoneses llevan unas camaras fotograficas y unos objetivos profesionales que impresionan, da la sensacion de que en cualquier momento aparecera un famoso!! Con los ultimos rayos de sol y las primeras estrellas de la noche llegamos a la guest house, donde nos quitamos todo el polvo de encima, nos ponemos todo lo guapos que nuestro vestuario nos permite y cenamos todos los dias en el mismo lugar: lejos de los restaurantes y lugares turisticos. Paseamos un poco y todos los dias sin excepcion, sobre las 22 horas, estamos en nuestra cama.
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