Después
del desayuno y una vez aprovisionados, decidimos aprovechar que está
nublado para ir a visitar un par de lugares de la isla emblemáticos.
Empezamos el trekking del día dirección el árbol sagrado ( un
ficus de más de 200 años de edad). El árbol se encuentra a unos
4km del centro y los salvamos a pie. Al llegar nos encontramos con
la agradable sorpresa que no es gratuito sino de pago, cosa bastante
absurda puesto que pagar sólo sirve para pasar al otro lado de la
valla que rodea el árbol, pero desde donde estamos, en el exterior,
lo podemos ver perfectamente. Sin entrar en el recinto vemos los
lemures negros haciéndose fotos con los turistas y en cuanto saco mi
cámara aparece un guardián del árbol prohibiéndome hacer fotos a
los lemures, sólo les esta permitido a los turistas que pagan, así
que guardo la cámara y nos damos media vuelta, ya que a los lemures
negros ya los vimos y les sacamos fotos hasta cansarnos hace un par
de días. De vuelta, cogemos un camino a sabiendas que no es el de
retorno y nos lleva hasta unos manglares, donde vemos a niños,
mujeres y hombres recoger piedras y picarlas, para luego según
tamaño ponerlas en un montón o en otro. Tras estas duras imágenes
regresamos por donde venimos y en cuanto llegamos al mercado la B.M
se desvía para comprar aceite de coco, un repelente natural para las
moscas de playa.
A
pesar de estar nublado hace mucha calor y no sabemos si ir a la playa
o visitar Mont Passot una montaña de unos 300m de altitud
considerada sagrada por los locales y rodeado de lagos volcánicos.
Como el bus es el mismo que el de la playa por el camino nos lo vamos
pensando, al final y como siempre a última hora nos decidimos,
optamos por visitar Mont Passot.
Pensábamos
que la montaña estaba justo al lado de la carretera pero nos
equivocamos de pleno: se encuentra a unos 6 km a partir del cruce
donde nos ha dejado el bus. La caminata es interesante, pero la calor
aprieta y es todo subida, al final llegamos a la entrada habiendo
visto antes 3 bellos lagos volcánicos por el camino, por lo que
decidimos ahorrarnos el precio de la misma y volver antes que
oscurezca. Por fortuna para nosotros, nos pilla la noche dentro del
bus de regreso a Hell Ville, y una vez en zona segura vamos a cenar,
regresamos al hotel para ponernos guapos y salimos a tomarnos nuestra
coca cola como recompensa de un día duro pero genial. Una vez en el
hotel cumplimos con nuestras obligaciones y rápidamente entramos en
el reino de los sueños.
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De camino al árbol sagrado |
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El árbol sagrado |
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Niño picando piedra, con tiempo para que le tomemos una foto. |
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Lago volcánico de camino al Mont Passot |
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Subiendo al Mont PAssot |
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Lago volcánico |
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Paisaje del camino de vuelta |
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