viernes, 30 de septiembre de 2016

13/09/2016 De Andasibe a Tana (Antananarivo)


Nos despertamos a las 6, hoy regresamos a la capital. Ya estamos pegando los últimos coletazos.... Preparamos las mochilas y sólo salir, vemos pasar un taxi-brousse, pero decidimos ir con calma. Desayunamos en nuestro puesto habitual y al acabar somos tan afortunados que sale otro traxi-brousse. Ingenuamente, pensamos que llegaremos a Moramanga en un plis-plas y así hubiese sido si el conductor no hubiese parado en un cruce durante prácticamente una hora para esperar a una pasajera. Estamos todos calentitos y el último tramo lo hace diligentemente. Una vez en Moramanga, paramos en una estación diferente a la que habíamos parado a la ida, por lo que nos cuesta un poco ubicarnos. Tenemos a los vendedores de billetes que no nos dejan en paz. Nos ofrecen el billete por 7.000 AR y aunque intentamos que nos hagan un descuento, nadie accede, por lo que al final pagamos y sin más, salimos hacia Tana. Esta parte del trayecto la hacemos sin incidentes y disfrutando de las maravillosas vistas. Una vez en Tana, averiguamos como llegar al centro en bus local y tras algunas indicaciones contradictorias, conseguimos encontrar al bus que nos deja en el mismo centro. Vamos al hotel donde queremos alojarnos, pero desafortunadamente, está lleno, así que la BM sale a buscar otra guarida y vuelve con una habitación en el hotel de al lado. Como nos hace ilusión pasar al menos una noche en el hotel Moonlight, reservamos habitación para mañana y nos vamos al hotel que ha encontrado la BM, sencillo y viejo, pero limpio.

Como aún queda algo de sol, salimos a pasear y hacer las últimas gestiones: cambiar dinero sobrante (sí, todavía nos ha sobrado más y el cambio en el aeropuerto no es muy bueno), buscar información de como llegar al aeropuerto en transporte público y donde hacer las últimas compras. En la oficina de Turismo nos resuelven muy bien las dos últimas cuestiones y como ya hemos hecho los deberes, nos vamos al hotel Moonlight, donde hay internet a tomarnos la Coca-cola y dar señales de vida a la familia.

Cena, retirada a la habitación y ducha sorprendentemente buena....
Arroz cantonés y espaghettis a la carbonara

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