Mochileando por el Mundo: 31/08/2016 Nosy Be. Visita a la Reserva de Lokobe

Hoy hemos decidido visitar la reserva de Lokobe. Gracias a Angelo, el chico de la oficina de turismo, ahora sabemos que hay dos áreas de acceso a la misma: des de el parque nacional, a 4km de Hellville y donde la entrada cuesta 55.000Ar por persona y el circuito es autoguiado, por lo que resulta muy difícil encontrar animales, o des de el pueblo de Ambatozavavy, a 10 km de Hellville, donde podemos ir en taxi brousse y una vez allí coger una canoa (35.000 Ar ida y vuelta) para ir a Ampasipohy y desde allí pagar 5.000Ar de entrada por persona más 10.000 por persona por el guía. Obviamente, optamos por esta segunda opción, no sólo por que es más económica, si no por que es la única probabilidad de ver lemures y otros animales

Después de desayunar (hemos encontrado un lugar donde nos hacen una baguette entera con nocilla y un lugar donde tomar el café a precio normal) compramos unos bocadillos enormes por si tenemos que comer durante la excursión y vamos a la parada de taxi-brousse. Es muy temprano todavía y el conductor nos “ofrece” que paguemos las 6 plazas y así ya nos podemos ir, pero le decimos que no tenemos prisa y que esperaremos a que lleguen más pasajeros. En menos de 30 minutos, ya somos 6 y empezamos el trayecto. Por el camino, vemos varios árboles de ylan-ylan. Son árboles que producen una flor de la que después se hace aceite para masajes. Es interesante verlos, ya que los hacen crecer con formas rocambolescas para poder acceder a las flores más fácilmente. Decidimos que a la vuelta haremos los 8km a pie para poderlos ver con tranquilidad. Sólo bajar del taxi-brousse, se nos acercan un trío de malgaches para ofrecersenos como guías y empieza la negociación. Según nos dicen, como la marea está baja, no es necesario coger la piragua para acceder al parque y podemos ir a pie. Pactamos un precio de 40.000Ar por los dos y salimos hacia la zona. Por el camino, hemos de descalzarnos para cruzar una ría, ya que aunque la marea está muy baja, el agua nos llega entre los tobillos y las rodillas. Ya en la zona, empezamos viendo un lagarto como nuestro Wancho que dejamos en Ramena y un lemur esportive, durmiendo en un árbol. A continuación, encontramos una familia de lemures negros, que son los típicos de esta zona a los que sacamos muchas fotos, ya que son muy bonitos. Continuamos la caminata y esta vez soy yo el que ve una serpiente, que debe hacer un par de metros como mínimo. Y para finalizar, vemos un camaleón que según nos dicen los guías, es muy raro de ver... En total, la excursión dura poco más de una hora. Los guías nos dicen que ya hemos visto lo que teníamos que ver y aunque eso es cierto (la guía ya nos decía lo que podíamos encontrar y lo hemos encontrado), tenemos dudas que nos hayan llevado a la zona de la Reserva de Lokobe o nos hemos quedado por la periferia. De todas maneras, estamos contentos porque hemos podido ver lo que veníamos a ver, así que nos da un poco igual si es la misma zona donde va todo el mundo o es otra cercana. Emprendemos el regreso tranquilamente y somos tan afortunados que la BM avista una familia de lemures negros en un árbol. Son 4 miembros y aunque al principio están tímidos, los plátanos que llevamos son suficientes para convencerlos que se acerquen a nosotros. Y aquí sí que me harto de sacarles fotos por todos los ángulos!!! Disfrutamos mucho de este rato y cuando nos cansamos, seguimos el trayecto. Nos desviamos por una camino entre las plantaciones de ylan-ylan, donde tomamos fotos de los árboles y las formas que adoptan. Cuando llegamos a Hellville, estamos reventados por la calor que hace y decidimos tomarnos nuestra coca-cola de final del día aunque son sólo las 16 horas. Recuperados un poco nuestros niveles de azúcar, paseamos por Hellville, que es francamente bonito y vamos a ver souvenirs, ya que queremos comprar un tapiz que vimos ayer y que nos ofrecían a muy buen precio. Regateamos algo el precio que nos habían ofrecido y lo conseguimos, por lo que salimos contentos de allí con nuestro tapiz. Nos sentamos cerca del puerto y se nos acerca un local para ofrecernos su barca para hacer excursiones. Una de las excursiones que queríamos hacer es a la isla de Nosy Tanikely, reserva marina y por lo que sabemos, el precio de la excursión está a 100.000Ar por persona. Toto (el local) nos ofrece llevarnos por 80.000Ar los dos y aunque a diferencia de las excursiones organizadas, en el precio no se incluye la comida ni la entrada a la reserva (10.000Ar por persona) nos parece un precio de partida muy bueno. Cogemos su teléfono para poder quedar con él el día que queramos hacer la excursión y como ya es la hora de la cena, vamos al mercado donde comemos unos platos de arroz con pescado deliciosos, nos tomamos un café, paseamos por la calle central mientras comemos un cucurucho de plátano frito y volvemos al hotel, para descansar, que mañana nos espera otro magnífico día.