Dormimos
hasta que suena el despertador, dígase las 06:30h, nos preparamos
para recibir a los lemures coronados, y empieza la espera, sobre las
07:30h con los estómagos pidiendo a gritos comida y los lemures sin
venir, decidimos abandonar la espera y hacer caso del gobierno de la
barriga.
Una
vez satisfechas nuestras barrigas, caminamos un rato por la playa
hasta encontrar un rinconcito paradisíaco, aguas turquesas, arena
blanca, sombrilla gratuita con un yeko incluido de color verde con
manchas rojas y todo esto a 200m del hotel, vamos todo un chollazo.
Como
quien no quiere la cosa nos pasamos todo el día bajo la sombrilla,
sólo dejándola para ir a comer.
Por
la tarde en la sombrilla de al lado se pone una pareja local con una
niña de 3 meses, son muy amables y muy divertidos, pero sin saber
como mientras ellos se bañan en las aguas turquesas nosotros
terminamos vigilando a su hija y haciendo todo lo posible para que no
rompa a llorar.
Cuando
el sol empieza a caer dejamos la sombrilla y nos vamos al chiringuito
a tomarnos nuestra coca cola mientras vemos la puesta de sol, pero
para nuestro pesar no tienen, con lo que hemos de renunciar a esta,
pero no a la puesta de sol. Una vez de noche nos vamos a otro bar a
tomarnos la coca cola, pero también se les ha terminado por lo que
terminamos pidiéndonos un Sprite. De camino al hotel cenamos unas
brochetas y con el frío en el cuerpo nos recogemos para cumplir con
todas nuestras obligaciones diarias.
|
La playa de Ramena |
|
Bancos de arena que se forman al bajar la marea |
|
Arena blanca, aguas turquesas y la BM. Qué más puedo pedir? |
|
Nuestra sombrilla, en la playa |
|
Y éste es Wancho, nuestro lagarto que vive en la sombrilla |
|
Y para acabar el día, otra puesta de sol perfecta!!! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario