domingo, 4 de marzo de 2012

09-02-2012 de Nam Sam a Kwan Hai

Nos levantamos a la misma hora de siempre, desayunamos, pagamos nuestra deuda al dueño de la GH, nos compramos algo de camino y sobre las 07:30h empezamos el primer día de trecking. La BM ayer consiguió averiguar desde donde empieza el camino. El camino es fácil de seguir aunque en cada cruce tenemos que preguntar cual el sendero correcto. Casi siempre encontramos a alguien en el momento adecuado, excepto una de las veces, en que tras 10 minutos de investigación y sin haber dado con nadie a quien preguntar, avistamos a la pareja que ha salido hoy también de nuestra guest-house con un guía y nos hacemos los encontradizos y nos pegamos a ellos. Por el camino aceptamos todos los tes que se nos ofrecen, que no son pocos... Todos los campesinos que están trabajando en el campo, aprovechan nuestro paso para hacer un alto en su trabajo y para nosotros es la excusa perfecta para relacionarnos con la gente local. El fin de la etapa llega antes de lo previsto. Sobre las 14 horas ya hemos llegado al pueblo donde se supone que hemos de pasar noche. Preguntamos a la gente local donde podemos dormir, y una buena mujer nos dice que sigamos hasta el proximo pueblo, que es mas bonito que este. Como nos sentimos ligeros y con fuerzas, aceptamos el consejo. Lo que no esperamos es que el pueblo este tan lejos y quedándonos sin fuerzas a no sabemos que distancia de este. Por suerte, mas campesinos nos invitan a tomar te, y hablando con ellos como podemos (no hablan ingles) conseguimos averiguar que el pueblo al que nos ha recomendado ir la señora, esta fuera del camino y como no nos apetece hacer mas kilómetros de la cuenta, decidimos no salirnos de nuestro camino y seguir hasta el próximo pueblo. Casi llegando a este, aparece un monje con moto y gafas de sol, que al saber que nos dirigimos a su pueblo, nos invita a dormir en su monasterio. Cuando por fin llegamos a destino, unos monjes (no el de las gafas de sol) nos ofrecen una extraña merienda: aguacates, un lata de sardinas, una lata de leche condensada, un paquete de galletas, azúcar , 5 huevos (crudos!) y por supuesto, te. Como no sabemos bien como se supone que nos hemos de comer este extraño mejunje, optamos por zamparnos las galletas, los aguacates y el te. Estando finalizando nuestra merienda, aparece el monje de las gafas, que nos enseña donde ducharnos (en medio del monasterio, sin paredes ni cortinas, ni techo, vamos, que para la BM la tarea ha sido complicada!) y una vez aseados, nos acompaña a cenar una sopa local muy buena y abundante. Tras la cena, y ya de noche, regresamos al monasterio. Todo esta en silencio, el cielo esta estrellado y nosotros estamos cansados. Pero.... sorpresa!!!! Los monjes tienen una fiesta preparada! En la sala donde dormimos todos (nosotros y los monjes) han colocado unos altavoces con música a un lado de nuestras mantas (dormimos en el suelo, igual que ellos) y al otro lado, están los 5 monjes fumando con pipas de agua y charlando por los codos. Nuestro monje de las gafas, cansado ya de nosotros (es el único que habla ingles), nos invita a “retirarnos y descansar”. No sabemos como, es como intentar dormir en medio de una fiesta, pero sin darnos cuenta (debe ser por los kilómetros recorridos) se nos cierran los párpados. Ni siquiera hemos puesto el despertador, ya que decidimos que nos levantaremos junto con los monjes (normalmente suelen levantarse a las 4 para rezar y meditar) y les acompañaremos para vivir una autentica experiencia religiosa.
09-02
La recepcion de nuestra guest house in Nam Sam, y el brasero amigo donde hemos pasado tantos ratos por la noche....
09-02 (1)
A nuestro paso por uno de los miles de monasterios que hay en el país....
09-02 (2)
Agradecemos infinitamente todos los tes que nos hemos tomado junto a la gente local,  donde solo podiamos comunicarnos con las miradas y sonrisas.
09-02 (3)
La BM, intercambiando datos con "nuestro" monje, en nuestra "cama" del monasterio

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