El día empieza con buen pie, ya que después de desayunar y camino de uno de los mercados del pueblo, pasamos por un coquetón hotel que ayer no vimos y sorprendentemente encontramos la habitación mas barata de las que hemos tenido hasta ahora y a la vez la mas bonita. Rápidamente, volvemos a nuestro hotel a recoger las mochilas y trasladarnos. Con alegría en el cuerpo, empezamos a ver las cosas de otra manera, pero ni con estas encontramos el encanto al lugar.
Nos pasamos el día yendo de un mercado a otro (en la población hay 2), viendo las “famosas” casas británicas y lo que si que podemos decir que la zona tiene como muy, muy buenas, son las fresas! Encontramos miles de estantes vendiendo esta fruta, así que sucumbimos y nos compramos una tarrina cada uno. Ummmmmmmmmm!! Es pura miel con sabor a fresas!!!!!!! Ni un ápice de acidez!!!!!!!
Después de pasar todo el día caminando por la ciudad a pleno sol y sin haberle encontrado el encanto, decidimos que mañana es un buen día para trasladarnos. Y eso que nos da pena dejar el hotel bonito y barato y las tarrinas de fresas, pero por mas que lo intentamos, no encontramos ninguna razón para quedarnos.
|
La torre del reloj, uno de los monumentos mas emblemáticos de la ciudad, ya que fue un regalo de la Reina Victoria de Inglaterra. |
|
El producto mas típico de la localidad, son las fresas y hay montones de tiendas vendiéndolas. |
|
La verdad es que son las mas deliciosas que hemos probado! Podríamos comérnoslas todas! |
|
Otro de los productos regionales en Myanmar, son las "patatas de churrero". Están deliciosas! Me recuerdan a las Santa Ana..... |
|
Este es un ejemplo de la arquitectura británica que queda en la ciudad. |
|
Por la tarde nos acercamos hasta los lagos de la ciudad. Hay dos, y las vistas, al menos, son bonitas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario