Mochileando por el Mundo: 15-02-2012 Llegada a Bagan.

A las 5 en punto de la mañana el tren hace su entrada en la estación de Bagan. Es todavía negra noche, hace frió y estamos a 4 kilómetros de la población.
La noche no ha sido tan dura como esperábamos, aunque el traqueteo del tren nos ha mantenido en vilo ... Suerte que teníamos las mochilas atadas y bien atadas, que si no, nos hubiesen caído por la cabeza mas de una vez.... No sabemos sobre que hora, el tren ha quedado medio vacío y la BM ha decidido acoplarse a los locales y se ha tumbado a dormir en el suelo, por lo que yo me he beneficiado del banco entero y también he podido cerrar los ojos un rato, volviéndolos a abrir cada vez que el tren pegaba un brinco para controlar que las mochilas no se hubieran movido. En uno de los brincos, veo a una mujer joven local tumbada en el suelo, durmiendo boca arriba, con las tetas al aire. Me quedo impresionado.... no se si es un sueño o es real!!! Las tetas no tienen nada que envidiar a la Pamela Anderson, con la diferencia que estas son naturales, ya que dudo que esta chica se haya podido pagar unas prótesis.... Pese al meneo del tren, estas se mantienen firmes y duras....
Al bajar del tren hay varios transportes locales esperando, pero nosotros hemos decidido hacer los 4 kilómetros andando. La razón? Que para entrar en los templos de Bagan, hay que pagar una entrada de 10$ por cabeza y todos los transportes tienen la consigna de parar en la taquilla para que no te escapes de pagarlos. Muchos viajeros que nos hemos cruzado por el camino, se han escaqueado del pago al llegar a Bagan a estas horas intempestuosas de la mañana, cuando el taquillero esta durmiendo, así que nosotros vamos a intentarlo..... Empezamos a andar por la carretera y vamos despidiendo a todo aquel que se presta a llevarnos por módico precio turista (doble de la tarifa local). La caminata nos ayuda a entrar en calor y cuando llevamos ya 40 minutos de trote, divisamos la taquilla. La carretera es ancha y pese a que el lado de la taquilla esta iluminado, el otro lado de la carretera esta oscuro, así que cruzamos y pasamos sigilosamente, con el corazón encogido. Bingo!! Nadie nos ve, así que ya tenemos muchos números de no pagar los 10$. La siguiente dificultad (y ultima) es que muchas guest house te piden que les muestres el tiquet antes de darte habitación, y si no lo tienes, te lo venden ellos. Pero tenemos el nombre de una guest house que a parte de ser barata, no te pide el ticket, así que si no encontramos nada mejor, al menos ya sabemos donde alojarnos.
Llegamos a Bagan pasando por delante de la guest house donde estuvimos hace 2 años y aprovechamos para despertarlos y pedir precios. Como no, mas del doble de lo que pagamos nosotros. Como el día empieza a despertar y nuestros estómagos protestan, paramos a desayunar antes de seguir nuestro camino. Nos tomamos unos senyores churros con café calentito, y ya saciado nuestro apetito, cogemos rumbo hacia la guest house recomendada, no sin ir parando por el camino a ver si conseguimos algo mejor, algo digno de “misión imposible”. Finalmente, llegamos a nuestro destino. Solo son las 6’30 de la mañana, y la buena mujer no sabe con certeza si tendrá habitaciones libres o no, ya que es demasiado temprano. También nos explica que tienen una zona “habilitada” para gente que quiere alojarse allí cuando no hay habitación. Esta zona, esta disponible, y nos la ofrece por un poco mas de la mitad del precio de la habitación. La zona consiste en un rincón en el suelo de la planta de las habitaciones, donde nos ponen unas mantas como “colchón” y una cortina como “pared” y como cabezal, tenemos el altar de buda, que vigilara nuestra pertinencias y nuestros suenyos. A nosotros el rincón nos esta la mar de bien, tenemos los huesos acostumbrados a este tipo de “camas” así que aceptamos el trato sin pensárnoslo. La siguiente misión consiste en conseguir unas bicis lo mas baratas posibles, ya que al igual que todo, los precios de alquiler de estas se han duplicado. El objetivo lo conseguimos en un tiempo record: directamente preguntamos a la dueña de la guest house si tiene alguna bici vieja que ya no utilice, y para nuestra sorpresa tiene dos, que conseguimos por el precio que queríamos. Todo nos esta saliendo redondo, que suerte tenemos!
Antes de salir a explorar templos, nos pegamos una buena ducha calentita, de las mejores que nos hemos dado hasta ahora y hacemos una colada, que tenemos ropa acumulada. Sobre las 9, estamos listos y salimos a pedalear. Los templos son como recordábamos, ni mas ni menos, aunque como es nuestra segunda visita, han perdido el factor sorpresa. Hoy nos tomamos las cosas con calma, ya que no damos para mucho. Bicicleteamos sin rumbo fijo por la llanura, disfrutando de las vistas. Cada vez que llegamos a un templo principal, nos sentamos en algún rincón a la sombra y nos empapamos del paisaje que se desplega ante nosotros. Para la puesta de sol, nos dirigimos al templo mas popular, donde rodeados de centenares de personas gozamos del espectáculo de ver al rey astro desaparecer entre los templos y desplegar una paleta de colores indescriptible.
Encontrar un lugar para cenar, se convierte en algo complicado, ya que parece que se les ha subido a todos el dólar a la cabeza. Finalmente, comemos una sopa a doble precio de lo normal, pero es que ya no podemos con nuestras almas y solo pensamos en estirarnos en nuestras mantas.....