Esta noche hemos dormido del tirón, después de los 3 días de trecking y las dos noches durmiendo en el suelo, dormir en una cama nos ha sentado muy bien. Nos levantamos temprano, acabamos de recoger las mochilas y después de desayunar, nos dirigimos a la estación de tren, ya que queremos hacer el trayecto hasta Pyin U Lwin pasando por el desfiladero de Goekteik, que solo se puede hacer por este medio. A mas a mas, ir en tren nos encanta, por que nos permite mezclarnos con la gente local y ver paisajes que por carretera no serian posibles de ver.
La estación, como todas, es muy bulliciosa, llena de gente, bultos, vendedores de todo tipo de productos.... Las vías del tren parece que estén obsoletas y abandonadas: a algunas les faltan tornillos, están llenas de hierbajos entre medio, oxido.... toda una atracción sin seguro ni mantenimiento.
Como es popular en nosotros, compramos los billetes en clase económica y sorprendentemente, por esta vez viajan 4 franceses en nuestro mismo vagón. Los otros turistas, han preferido ir en primera clase. El trayecto en tren dura 8 horas y no nos decepciona, aunque si que es muy cansado, al ser los asientos de madera y el meneo del tren es considerable. La parte mas emocionante del viaje llega cuando nos acercamos al desfiladero de Goekteik y vemos el puente que lo cruza a lo lejos. Mientras lo cruzamos, nos sentimos pequeños e indefensos. El puente es altísimo y sin vallas protectoras, solo mirar la ventana ya me entra vértigo, aunque hago un esfuerzo para sacar unas fotos. El tren cruza muy despacito y aun así, se balancea considerablemente, una experiencia de una vez en la vida y no mas! Ya no estoy para estos trotes.....
Una vez cruzado el desfiladero, el tren avanza zigzagueando montaña arriba y abajo, de lo mas curioso que hemos visto. Por el camino, la BM compra unos helados en una de las paradas, y es que en algún momento algo tenia que caer, ya que no han dejado de pasar todo tipo de tentaciones por delante de nuestros ojos.
Sobre la hora prevista, llegamos a nuestro destino, según la guía, una hermosa ciudad llena de arquitectura anglosajona y románticos carromatos de caballos. Nuestra primera impresión queda muy lejos de lo que dice la guía. La ciudad de entrada no es bonita y a pesar de que vemos carromatos de caballos, no nos resultan muy espectaculares. La búsqueda de alojamiento dura poco, ya que la gente nos dice que solo hay dos hoteles con licencia para turistas: uno fuera de nuestro presupuesto y el otro horroroso y caro, pero al no tener mas opción, tenemos que quedarnos en el. La habitación es deprimente, humeda y oscura. Y por si fuera poco, a la hora de la cena, nos encontramos con que todo es caro y de escasas cantidades. Con los ánimos por los suelos, decidimos irnos a dormir a ver si con la luz del día, vemos la ciudad con mejores ojos.
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| Los trayectos en tren siempre son interesantes. Vemos mucha gente siempre encuentro oportunidades para sacar nuevas fotos. |
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| Como veis, la pinta no es muy cómoda, pero... a quien le importa? |
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| La BM aprovecha el trayecto para ir ojeando la guia de Myanmar, y así no se nos escape detalle. |
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| El cruce por el puente es impresionante, casi ni me atrevo a respirar para no desequilibrar el tren!!!! |
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| Todo el mundo saca la cabeza para disfrutar de las vistas..... |
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| Y como yo no quiero ser menos, al final también me asomo! |
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| Es divertido hacer las compras desde la ventanilla. En cada estación hay decenas de vendedores ambulantes para vender todo tipo de productos, especialmente comida. |
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| Nosotros, para no ser menos, tambien hacemos nuestras compras. Aquí me veis deleiteandome con un delicioso helado de fresa cubierto de coco. |
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| A nuestra llegada al pueblo, vemos las primeras carrozas, que parecen propias del cuento de la Cenicienta. |
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