miércoles, 29 de junio de 2016

03 y 04/09/2015 Bahir Dar

Pasamos los dos días siguientes en la localidad y como sabíamos que en Etiopía podíamos ver muchas aves, antes de venir nos hicimos con un par de prismáticos. Lo que vimos ayer nos pareció muy interesante así que hoy volvemos para verlo con más detalle, desde luego nunca me imagine que hubiesen aves de tantos colores. No contento con esto, nos vamos hasta el puente de la entrada a la población, a 3 km, a ver cocodrilos y hipopótamos, es increíble que podamos ver todo lo que estamos viendo y no estar en un zoo. Para ver los hipopótamos el mejor lugar es desde el puente, pero no nos podemos parar porque la policía no nos deja, así que lo cruzamos lentamente unas cuantas veces sin pararnos, simplemente andando despacito... Una vez visto, caminamos hasta el palacio que está arriba en la montaña y a las afueras de la ciudad. Digamos que está más lejos de lo esperado, pero el paseo y la gente lo hacen muy ameno aunque las vistas no son nada del otro mundo y en el palacio no nos dejan entrar a visitarlo. Camino de regreso, nos cae un buen chaparrón y un señor nos ofrece su porche para protegernos de la lluvia. Charlamos un poco con él, nos presenta a su familia y nos invita a la ceremonia del te. Muy educadamente rechazamos la ceremonia, ya que dura muco, es tarde y estamos lejos del centro y a la que la lluvia lo permito, emprendemos el camino. De regreso al centro paramos a comprar unos recuerdos del país, hechos con piel de cabra y después de la cena vamos al cine, a ver una película local. Todo va bien hasta que empieza a llover y por supuesto marcha la luz, pero la gente parece acostumbrada y no se mueve de sus asientos, al final una película que debía durar hora y media casi se convierte en cuatro horas. La BM se queda dormida en el cine y de regreso al hotel, nos hemos de duchar con linternas porque la luz se va de nuevo..... Hemos decidido cambiar de tercios. La razón principal por la que estábamos aquí era para coger un ferrys y pasar 3 días cruzando el lago más grande de Etiopía Pero en cuanto hemos visto el estado del ferrys (una lata oxidada de hojalata sin zona cubierta) y las lluvias torrenciales que caen cada día por la tarde, hemos decidido que no nos apetece hacer esta aventura y proseguir con nuestro viaje.

Tomando te en la avenida principal

El mercado

Vistas al lago

Haciendo cola para repostar.

Aprovechando para limpiar el minibus


Accidente

Spaghethis con injara

Platazo de espaguethis para comer



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