miércoles, 29 de junio de 2016

10/09/2015 de G. Goracha a Harar

A las 04:15h estamos en el bus, salimos de noche y sobre las 10h llegamos a la capital.
Como es pronto y no nos apetece hace noche aquí, veremos si podemos avanzar. Vamos a la estación de bus, donde nos indican que para ir a Harar, debemos ir hasta un lugar llamado Abama, que es como un centro neurálgico de transporte. Primero cogemos un minibus a la Gare (3birr), de aquí cogemos otro a Kality (10 birr), de KLlity nos subimos a otro bus hasta Abama (30 birr) donde creemos que ya no habrán autobuses a Harar, puesto que ya es mediodía, pero para nuestra sorpresa, siendo ya las 12h, nos dicen que hay un bus hasta Harar (170) birr. Digo sorpresa porque en Etiopía a partir de las 18h no dejan conducir, y lo veo muy bien porque si de día es uno de los países con mayor siniestralidad por lo que ni me imagino lo que puede ser de noche, pero el conductor dice que hoy llegaremos a destino, por lo que decidimos que quizás la guía está equivocada en cuanto al tiempo necesario para llegar y que quizás han arreglado la carretera en los últimos tiempos. Justo antes de arrancar, suben 4 turistas que se sientan en el pasillo. A estas alturas, sé que esto no está permitido y que en el primer control o los echan del bus o el conductor tendrá que pagar una buena multa.
Este ultimo trayecto resulta más complicado de lo que esperábamos, y tengo claro que el responsable es el conductor. Ya en el primer control que encontramos, los turistas sentados en el pasillo le cuestan un dinero al conductor, y me temo que no sólo en este control, porque cada vez es lo mismo: charlas y un poco de dinero, así se solucionan las cosas, por estas latitudes. Pero lo más interesante estaba por llegar cuando un control de policía desvía nuestro autobús a un descampado negro y oscuro y un pasajero nos informa que estamos todos arrestados, por las razones que he explicado antes. Después de que el comisario y el conductor desapareciesen buen rato, este aparece de nuevo y continuamos el viaje...Todos los pasajeros pensamos que han llegado a un acuerdo.
Finalmente a las 23h llegamos a destino. Es de noche, la mayoría de calles no tienen ni una pequeña luz. Según la guía, hay una calle llena de guesthouse, pero para nuestra suerte las guesthouse han sido substituidas por bares musicales. En esta calle se nos acopla un etíope que dice que es de la oficina de turismo y que nos ayudará a encontrar alojamiento, pero le damos las gracias e intentamos deshacernos de él. Nos sigue todo el camino y al final, puesto que no encontramos ni un solo hotel, nos acompaña a ver algunos, que ni tan siquiera con nuestro grado de desespero, nos sirven para pasar la noche (uno de los hoteles que nos enseña, es una cuadra llena de cabras que están en un patio central alrededor del cual están la habitaciones. Finalmente nos lo sacamos de encima y acabamos encontrando uno donde ya cansados y después de 2 días de carretera y buses lo damos como bueno.

Sobre las 01h nos vamos a dormir, con la esperanza de encontrar algo mejor por la mañana.



No hay comentarios: