Volvemos
a madrugar, pero estamos de suerte y el hombre de la puerta de la
estación nos deja pasar antes que todos y dejar las mochilas. Esto
nos da tranquilidad y nos aseguramos dos buenos asientos, ya solo nos
queda desayunar´, cosa que resulta muy fácil pues en todas las
estaciones hay un montón de puestos donde venden una especie de
churros caseros y té y esperar que el día de hoy sea tranquilo.
El
trayecto hasta Lalibela transcurre sin incidentes y la mitad del
recorrido por una carretera de tierra, a veces demasiado inclinado
para nuestro gusto, pero suerte que no ha llovido y se circula con
normalidad.
Una
vez en buen puerto, empezamos el peregrinaje, esta vez yo vuelvo a
quedarme con las mochilas mientras la B.M busca alojamiento para unos
días, trascurrida mas de una hora vuelve con una propuesta no muy
buena, así que intercambiamos los papeles y salgo a la búsqueda de
alojamiento... Tras mucho preguntar y caminar encuentro un hotel con
electricidad, agua caliente y wifi, todo limpio dentro de nuestro
presupuesto, he tenido que negociar duro.... Pero al volver me
encuentro con la BM que ha hecho nuevos amigos y decidimos quedarnos
en el hotel de uno de estos amigos... que según nos cuenta, destina
todos los beneficios a la comunidad. Además, durante el rato que he
estado fuera, han informado que la entrada a los templos de Lalibela
cuesta 50$ por cabeza!!! Pero el nuevo “amigo” de la BM, dice que
si nos quedamos en su hotel, nos ayudará a poder ver los templos de
manera más económica. Cuando llegamos al “hotel”, se nos cae el
alma al suelo.... El baño está muuuuuy viejo, la electricidad va y
viene y el supuesto termo de agua calienta, no funciona.... pero se
ofrecen a calentarnos el agua con leña. Tras debatirlo un poco,
decidimos quedarnos y de esta manera ayudar a la economía local.
Como
es tarde y a punto de oscurecer pedimos que nos hagan la cena a la
misma familia que vive en la casa de al lado de nuestro alojamiento y
ya vemos que las promesas de hacernos precios económicos y locales
porque ellos no buscan beneficio, si no ayudar al pueblo, es una
falsa promesa, pero estamos tan cansados después de dos días de
traslado, que aceptamos el precio, cenamos con la familia y nos
retiramos a nuestro aposento.
Con humor, en el autobús |
Cambio de autobús, para llegar a destino |
Cura, bendeciendo a los creyentes y recogiendo limosnas |
Cena del primer dia, en nuestro alojamineto. |
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